La denuncia ya es vieja y reiterada pero la situación mejora muy poco. Las mujeres europeas ganan todavía, de media, un 16,4% menos que los hombres.
Los tratados europeos obligan a mantener la igualdad salarial desde 1957 y las legislaciones nacionales se han ido adaptando en ese sentido, pero la práctica en las empresas demuestra que la discriminación es un hecho.
Según los datos de la Comisión Europea, las diferencias salariales a favor de los hombres se van reduciendo en Europa y han mejorado algo en los últimos años, pero la brecha se mantiene, aunque con grandes diferencias entre países. En Polonia es solo del 2% y en Estonia, es del 27%. España está casi en la media europea, mucho mejor situada que Alemania, y solo un poco peor que países en donde se supone que se respetan estrictamente los derechos de la mujer, como Francia, Suecia o Dinamarca. Además, Bruselas ha constatado que la situación incluso empeora en Bulgaria, Francia, Hungría, Letonia, Portugal y Rumanía.