Médic@s, enfermeras, auxiliares, celadores, administrativos, estudiantes, pacientes, y vecinos han tomado la calle para protestar contra el desmantelamiento del Hospital Universitario de la Princesa. Las calles Diego de León y Francisco Silvela han quedado cortadas durante más de dos horas en la mañana de este martes 6 de noviembre por una concentración sin precedentes, a las puertas del centro.
El 1 de Noviembre todos se enteraron, incluido el gerente, a través de los medios de comunicación de que la Comunidad de Madrid trataba de eliminar servicios médicos y quirúrgicos especializados, así como las urgencias, dejando el hospital únicamente para mayores de 75 años, medida que carece de toda lógica asistencial. Una población de 270.000 habitantes quedaba fuera de la asistencia para solo asumir a 39.400 personas mayores de los distritos de Chamartín, Salamanca y La Elipa.
Los trabajadores del centro llevan cinco días encerrados entre asambleas y concentraciones a la espera de ser recibidos por el Consejero de Sanidad Sr. Lasquetty.
Globos negros, esquelas con “R.I.P.” de médicos y enfermeras y multitud de pancartas en las que se podía leer: “Sanidad Pública”, “tu salud es su negocio”, “no al cierre de La Princesa”, “no al desmantelamiento”, “se sacrifica la Sanidad Pública para salvar Bancos y transferir dinero a la sanidad privada”, “salvan bancos, cierran hospitales” y se coreaba sin descanso “Princesa unida jamás será vendida”.
Acudieron profesionales de otros hospitales madrileños “trabajadores del Clínico y del Ramón y Cajal con La Princesa”, respondiendo a la convocatoria de la Coordinadora de Hospitales y Centros Sanitarios, además de Asociaciones de Vecinos y otros colectivos del barrio.
La Asociación de Vecinos Valle-Inclán, como miembro de la Plataforma de Sanidad Chamartín-Salamanca, presentó una carta a través del Registro General del propio hospital, solicitando una entrevista con el gerente ante la alarma que supone los planes de la CAM respecto a La Princesa y la anunciada oleada de privatizaciones de hospitales y centros de salud.
Algunos vecinos salían a los balcones haciendo sonar cacerolas y en la fachada del hospital colgaba un anuncio: “Se regalan hospitales, razón aquí. Sr. F. Rasquetty”; furgones de la policía custodiaban la zona.
El hospital, que tiene 160 años de historia, ha sido hasta la fecha un hospital modélico que se ha ido adaptando a los progresos de la medicina.
Fue fundado en 1852 por la reina Isabel II en honor a su hija la infanta Isabel de Borbón “princesa de Asturias”. Ha cambiado de ubicación en Madrid a lo largo del tiempo. Edificado primero en la calle Alberto Aguilera, antiguo Paseo de Areneros, durante la guerra civil estuvo en el Colegio del Pilar y veinte años después en su emplazamiento actual, reinaugurándose de nuevo el 3 de Noviembre de 1955 con el nombre de Gran Hospital de la Beneficencia del Estado, pasando con posterioridad a la Seguridad Social y recobrando su nombre original.
Ha sido un hospital con trayectoria asistencial, docente e investigadora de primer orden, con formación de MIR. La Universidad Autónoma tiene allí parte de su sede. Muy apreciado por los vecinos del barrio por su alta calidad asistencial.
En estos últimos años se ha remodelado el laboratorio de microbiología, la unidad de trasplantes de médula, la UCI, coronarias y unidad de ictus, una de las seis que hay en la región.
Ante la respuesta de trabajadores y vecinos, la CAM debería reconsiderar sus planes y rectificar estas irracionales medidas.