El título es desconcertante porque todos sabemos que Chamartín es un distrito residencial y de servicios, de oficinas, pero algunos quizás recordarán que hace ya bastantes años las ordenanzas municipales reservaban una franja, que se extendía paralela a la M-30, para almacenes e industrias no contaminantes.
De aquellos tiempos podemos señalar, de norte a sur, los Laboratorios Leo, la fábrica de material eléctrico Benito Delgado, los talleres de confección Pantalones Rock donde trabajaban muchas mujeres, en su mayoría jóvenes, que tuvieron varios conflictos laborales.
Más al sur, entre Víctor de la Serna y la colonia de La Luz o de la Unión Eléctrica Madrileña, los importantes talleres mecánicos Bresel que fabricaban, entre otras piezas, componentes de municiones y armamento y ya en la Prosperidad, los Laboratorios Abelló que dieron trabajo a muchas personas del barrio, los Cafés la Estrella, Danone, estudios de grabación y varios laboratorios farmacéuticos, entre otras industrias y almacenes.
Con las nuevas ordenanzas se aprobó el uso de la zona para viviendas. Paulatinamente las fábricas y los almacenes fueron desplazándose a otros polígonos de Madrid o cerraron y se empezaron a construir edificios de viviendas.
Chamartín fue, por lo tanto, un distrito con industria y el cambio ocasionó el desplazamiento de algunas familias a otros barrios.
No hay que olvidar que Madrid fue un centro industrial importante. Antiguamente había sido una ciudad en que la estructura de la capitalidad del Estado había imprimido una fisonomía especial pero a partir de los años 60 o quizás antes, se fue industrializando y surgieron núcleos importantes en el sur y en el llamado Corredor del Henares, la zona contigua a la A-2 de Guadalajara, pero a partir de los años 80 la industria empezó de declinar no solo en Madrid sino en toda España.
Se priorizó el turismo, los servicios y la construcción, el boom inmobiliario. El cambio de orientación fue motivado, entre otras muchas razones, por la apertura al comercio internacional sin barreras aduaneras que originó una dura competencia de otros países.
Volver a industrializar un país es una tarea difícil porque se precisan grandes capitales, una tecnología avanzada, que en parte hemos perdido, y amplias redes comerciales.
Ver: Noticia de 1954.