Esperanza Aguirre, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, quiere privatizar el Canal de Isabel II que nos suministra agua de excelente calidad desde hace más de 150 años.
1. Historia del Canal
A medianos del siglo XIX Madrid tenía una población de unos 220.000 habitantes. Se abastecía de agua mediante una serie de pozos para captar las aguas subterráneas. El agua era canalizada hasta los depósitos de la ciudad mediante galerías subterráneas, los llamados viajes de agua. Este sistema era incapaz de garantizar el suministro en años de sequía.
En el año 1848, reinando Isabel II, Juan Bravo Murillo, entonces Ministro de Fomento, encargó a una comisión en la que participaron los ingenieros Juan Rafo y Juan de Rivera, que hiciera un proyecto de abastecimiento de agua. Se propuso hacer una captación del Lozoya, en el Pontón de la Oliva, poco antes de desembocar en el Jarama.
Se iniciaron las obras en el año 1851 construyendo una presa en el mencionado Pontón del Olivo y el canal de conducción de agua hasta Madrid, unos 77 km de recorrido con varios acueductos. Las obras se terminaron en el año 1858, siete años después, y la primera fuente se alumbró en la calle de San Bernardo frente a la iglesia de Montserrat.
La obra fue penosísima, trabajaron unos 2.000 obreros en condiciones muy duras. Les afectó la epidemia de cólera que hubo por aquellas fechas.
Fue un trabajo de ingeniería excepcional para aquella época.
2. Gestión que realiza el Canal
Actualmente el Canal tiene 14 presas para la captación de agua en las cuencas del Lozoya, Jarama, Guadalix, Manzanares, Guadarrama y el Alberche. La calidad del agua es de las mejores de Europa.
Abastece al 80 % de las poblaciones de la Comunidad y, además, efectúa el tratamiento de las aguas residuales.
3. Resultados económicos
Los resultados económicos del canal son muy saneados, en el año 2009 tuvo un beneficio de unos 150 millones de Euros. Es, por consiguiente, una importante fuente de ingresos de la Comunidad.
4. Proyecto de privatización
La presidenta de la Comunidad tiene el proyecto de privatizar el Canal. Presentó la propuesta como un apartado más de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos del año 2008 sin el menor debate público.
Se prevé privatizar el 49 % del capital, la Comunidad se reservaría el 51 %.
Desde aquella fecha han trascendido pocas noticias, se sabe que se han encargado los estudios previos a varias empresas y que estarían interesados en la compra algunos grupos financieros extranjeros.
El patrimonio del Canal es ingente porque además de las presas, los kilómetros de conducciones de agua, las múltiples estaciones depuradores de aguas residuales y una serie de edificios de valor histórico, posee grandes extensiones de terreno.
Ventajas de la privatización
No vemos ninguna ventaja en la privatización del Canal. Esperanza Aguirre ha dicho que es “una oportunidad para que todos los madrileños puedan se dueños de su empresa del agua” pero olvida que siendo pública es de todos, sin excepciones, y siendo privada será de los grupos financieros que la adquieran y quizás, alguna parte, de las personas adineradas que puedan comprar acciones.
Inconvenientes
• La experiencia de otras sociedades en que el capital público solo es del 51 % es que el grupo financiero privado acaba dominando la empresa porque tiene potestad para nombrar a altos directivos.
El abastecimiento de agua a una población de millones tiene un valor estratégico y la Comunidad debe tener el control absoluto.
• El objetivo de cualquier empresa privada es obtener el máximo beneficio que podrían lograr, entre otras medidas, encareciendo el precio del agua, disminuyendo la calidad, no realizando un exigente tratamiento de las aguas…
Disminuir la calidad del agua abre la posibilidad de incrementar el consumo de agua embotellada, una nueva fuente de ingresos.
• El agua es un bien de recursos limitados. En los últimos años el Estado y el Canal han hecho una campaña promoviendo el consumo racional con buenos resultados. Es poco probable que la empresa privada siga esta política contraria a sus intereses económicos
• Se pueden endurecer las condiciones laborales del personal e incrementar los contratos temporales.
En muchos países de América latina los gobiernos, presionados por el FMI, han privatizado el suministro de agua. La experiencia ha sido catastrófica e incluso ha provocado duros motines populares.
5. Posibles motivaciones de la Comunidad
La gestión del Canal es, como hemos dicho, un negocio muy lucrativo codiciado por los grupos financieros españoles y extranjeros que pueden presionar a la Comunidad para que lleve a cabo la privatización.
Por otra parte, la Comunidad de Madrid, que sigue una política neoliberal pura y dura, es muy proclive a las privatizaciones, ha privatizado una parte importante de la Sanidad pública, todos los nuevos hospitales, la educación, fomentando los colegios concertados y muchos otros servicios como las prestaciones sociales. Su trayectoria política es, por lo tanto, muy favorable a la privatización del Canal de Isabel II y se encuentra en que no hay ninguna ley del Estado que impida este proceso.