Se está terminando el verano que de alguna forma ha marcado una discontinuidad en nuestra vida cotidiana y se inicia un nuevo curso. Es el momento de hacer proyectos, de intentar algún cambio en nuestros hábitos, de marcarnos unos objetivos. Los escolares inician el curso con pena por haber terminado las vacaciones pero también con ilusión por el reencuentro con los amigos y amigas del colegio. Muchos empezarán por primera vez los estudios universitarios, van a descubrir un mundo nuevo, muy distinto que les puede ser apasionante.
Pero volveremos a encontrarnos con los problemas de siempre, con una crisis que arrastramos desde hace seis o siete años, un crisis que es en realidad el agotamiento, el lento desvanecimiento, del sistema neoliberal sin que se pongan en marcha alternativas.
Tendremos un curso que puede ser agitado porque la situación sigue igual, porque continuamos sin percibir la recuperación económica aunque nos repitan diariamente datos macroeconómicos favorables, no todos porque la deuda pública sigue aumentando, en el pasado junio ya era del 98,2 % del PIB, porque la balanza de pagos comercial sigue deficitaria, más deficitaria.
Además, dentro de unos meses, en el próximo mes de mayo, tendremos elecciones comunitarias y municipales y se están produciendo movimientos políticos importantes. Algunos partidos, IU, Podemos, PSOE, preparan elecciones primarias para elegir a sus candidatos con el fin de abrir la participación en la toma de decisiones y el Gobierno tampoco pierde el tiempo, pretende hacer un cambio de la ley electoral de calado, está dispuesto a llevarla adelante en solitario ante la oposición de todos para asegurarse el control de muchas comunidades y ayuntamiento que podría perder.
Si echamos una mirada al mundo el panorama es desolador, guerra en Ucrania, masacre del pueblo palestino en la franja de Gaza, guerras crueles sin sentido en Siria e Irak, matanzas por los yihadistas, los grupos islámicos más fanáticos que desprestigian al movimiento musulmán, el gran perdedor. La relación podría ser más larga pero no queremos deprimirnos demasiado.
No todo va a ser desgracias, en el mes de septiembre se celebrarán las fiestas patronales en muchos pueblos de España, habrá romerías, bailes y sabrosas comidas típicas con mucho vino. Tendremos la vendimia y las fiestas de la vendimia con más comidas y más vino. Empezarán las lluvias, las primeras lluvias de otoño que paliarán los problemas de falta de agua de algunas regiones.
Y en nuestra Asociación se reanudarán las actividades, las conferencias, los múltiples cursillos, el famoso café de los martes, volveremos a encontrarnos y seguro que tendremos muchas cosas que contarnos.