Vecinos de Prosperidad, convocados por la Asociación de Vecinos Valle-Inclán, recorrimos en una mañana otoñal y soleada MADRID-RIO en el tramo Príncipe Pío a Puente de Toledo (4 km).

En 2005 el proyecto de Madrid-Río se concibió para soterrar la M30, a lo largo del Manzanares y además de espacios verdes, monumentos y zonas deportivas, logró unir algunos barrios de ambas orillas del río, por ejemplo Carabanchel. La obra se adjudicó por concurso a una empresa holandesa.

Partimos de la Glorieta de San Vicente, donde está ubicada la Puerta de San Vicente. -de Sabatini.- La original fue destruida y la actual, en la que se utilizó el mismo tipo de piedra, es copia.

A continuación avanzamos por el – Puente del rey – Construido durante el reinado de Fernando VII, sobre el río, para dar paso al rey a la finca de recreo Casa de Campo, obra del arquitecto Isidro González Velázquez, durante la República pasó a llamarse Puente de la República.

En el extremo final del Puente del Rey, estaba la Puerta del Rey, que da acceso a la Casa de Campo, originariamente cerrada con verja. Hoy solo se conservan de ella una especie de pilastras, separadas entre si y sin verja. Data del reinado de José Bonaparte

Por dicha puerta se accede a la antigua Huerta de la Partida que daba servicio al Palacio de los Vargas que quedó completamente destruido durante la guerra civil española y lo que hoy se ve es una reconstrucción. Delante del palacio, la Fuente de Isabel II, muy deteriorada, ha tenido varias ubicaciones en Madrid: Puerta del Sol y Glorieta de Cuatro Caminos para volver a su emplazamiento original.

En la Huerta, hoy día están los viveros municipales con los árboles frutales, con el tronco encalado para evitar plagas, dos castaños antiguos, olivos y algunos pabellones de la antigua Feria del Campo que dan salida de la Casa de Campo por la Avenida de Portugal.

Andando sobre la antigua M30 con el río a la izquierda encontramos el Salón de Pinos, un paseo con pinos piñoneros o carrascos trasplantados de desmontes. Se ha utilizado esta especie porque no tienen raíces muy profundas ya que habrían dificultado la obra sobre la que están plantados. Los troncos están adornados con dos palos pintados de rojo que dan una nota de color al conjunto.

Al final se llega al Puente de Segovia, de estilo renacentista, construido por Juan de Herrera, en 1582, durante el reinado de Felipe II que históricamente ha constituido uno de los principales accesos a la villa. Conocido antiguamente como Puente Segoviana, las primeras referencias de esta construcción son del siglo XIV, cuando Alfonso XI de Castilla autorizó su edificación. En la guerra civil fue volado por el bando republicano para impedir el paso de las tropas nacionales.

Hasta bien entrado el siglo XX en las márgenes del río a esta altura estaban los lavaderos y tendederos utilizados por las lavanderas a las que Arturo Barea hace mención en su novela La forja de un rebelde.

Ermita de la Virgen del Puerto, cruzando el rio por el puente se accede a la ermita de la Virgen del Puerto en el paseo del mismo nombre, a espaldas del Campo del Moro. Mandada construir en 1718 por el Marqués de Vadillo, corregidor de la Villa, es una de las primeras obras de Pedro Ribera en Madrid. Mantiene el estilo barroco madrileño. Debe su nombre a la devoción que el Marqués de Vadillo tenía a la Virgen del Puerto, también llamada de la buena leche, patrona de Plasencia, de donde había sido corregidor, aunque era de Soria, antes de que Felipe V le nombrara corregidor de Madrid.

Totalmente destruida durante la guerra civil, fue reconstruida en 1945. En la ermita está enterrado el Marqués. En la pradera que la rodea se celebraba antiguamente la Fiesta de la Melonera que hoy día se ha trasladado al parque de la Arganzuela.

Antes de finalizar el paseo pudimos ver el Puente del Principado de Andorra, de hierro y en forma de Y, construido en 2009. Unos años antes Andorra había dedicado una de sus plazas a Madrid.

El Estadio Vicente Calderón, inaugurado en 1967 fue el primer estadio en Europa con asientos para todos los asistentes. Actualmente está pendiente de demolición y de que el campo del Atlético de Madrid se traslade a La Peineta.

Finalmente llegamos al Puente de Toledo, su origen es del siglo XVII cuando Felipe IV quiso comunicar Madrid con el camino de Toledo. Destruido por dos veces por crecidas del rio. El Marqués de Vadillo encargó en 1715 a Pedro Ribera su construcción, tiene nueve arcos de medio punto rematados con balconcillos. En los templetes las estatuas de S.Isidro y Sta. Mª de la Cabeza, obra del escultor Juan Ron, con ornamentos churriguerescos.

En el transcurso de estas obras se descubrieron restos arqueológicos de lo que parecen ser seis pilas con el arranque de los arcos, de los que solo quedan dos, del antiguo puente de Toledo

El recorrido finalizó en  la Plaza del Marqués de Vadillo.