Almudena Grandes en su casa de Madrid 2015
Supongo que este modo de sentirse
definitivamente hundido
es una forma mía de estar enamorado
para empezar de nuevo
una vida distinta
con el amor de siempre.
Luis García Montero
(Un año y tres meses. 2022)
Con el título de Almudena Grandes. La emoción y el compromiso se realizó un curso de verano en la U.I.M.P de Santander desde el 19 al 23 de junio, al cual tuve la inmensa suerte de asistir. Y digo inmensa porque de los años que he aprovechado las vacaciones para asistir a estos cursos, creo que este ha sido el que, con creces, ha resultado ser el mejor, desde mi punto vista.
Un agradecimiento al director de Tusquets, Juan Cerezo, por la presentación y participación en este curso y su empatía con todos nosotros.
Asistimos muchos amigos de Almudena. Conocidos como Benjamin Prado, Julián Casanova, Pepa Bueno, Alejandra Segrelles, Juan Cruz, Azucena Rodríguez, Ángeles Aguilera, Rosana Torres y a todas las sesiones, bien como ponente o como espectador, su pareja Luis García Montero. Otros, que fuimos el resto, ponentes y alumnos, tuvimos el inmenso placer de participar por activa o por pasiva.
Y el resultado fue conocer las diferentes facetas de la vida y de la obra literaria y periodística de Almudena. El recorrido de Almudena pasó por varias opciones de la vida altamente valoradas. El amor, a su pareja Luis, a sus hijos, a sus amigos; la profesión, su obra literaria, a la cual optó, eligiendo ser escritora antes que premiada como autora de bestsellers, (renunció a premios literarios de gran renombre nacional, por fidelidad a su obra y a sus editores); su obra periodística participando en los debates políticos del momento, siempre a favor de los más desfavorecidos, a pesar de las críticas que recibía por tomar partido por los débiles. Y creo que lo más destacado comunicar la verdad hasta su dolor final, sin ocultar su situación.
Respecto a su obra participamos en las diferentes etapas de su creación. Desde Las edades de Lulú, primera obra y primer gran éxito y desde el cual comenzó su carrera literaria. Aquí se paró, recapacitó y señaló claramente que iba a comenzar su carrera de escritora. Pese a los ofrecimientos de premios y parabienes, se planteó que lo que deseaba era dedicarse a escribir, con pasión, con orgullo por su profesión, pero sin soberbia. Esta distinción, aclarada en los coloquios por su pareja Luis García Montero, revela la categoría humana de Almudena.
Continuó con otras obras que no impactaron tanto, pero que a día de hoy retornando sobre ellas, analizando con tranquilidad su valor, resultan muy importantes. La más conocida, Atlas de Geografía humana, a lo que sin duda ayudó la versión cinematográfica de su amiga y directora del film, Azucena Rodríguez.
Y en este momento, Almudena, se plantea la novela histórica, inspirada sin duda por su gran autor, Benito Pérez Galdós, y sobre todo por sus Episodios nacionales. Esta nueva etapa nace con su obra El corazón helado, sin duda avalada por el refrendo de sus lectores, como la mejor obra de todas las escritas por ella.
Y a continuación se plantea no una nueva novela, sino seis, con gran asombro por parte de editores y amigos. Se iban a titular Episodios de una guerra interminable. En verdad, si fueron interminables porque el último no se pudo terminar debido a su enfermedad y adiós.
En ellos se recogían la historia que tanto tiempo se nos ha ocultado durante la dictadura franquista. Eran los episodios, postguerra civil, ignorados por la inmensa mayoría de españoles, y trataban de relatos ciertos con protagonistas, la inmensa mayoría de ellos, inventados, pero con trazas de personas que habían existido. Almudena se encargó de que en estos libros, y al final de ellos, se hiciera referencia a bibliografía histórica y a los personajes reales.
Y comenzaron con la invasión del valle de Arán, al termino de la 2ª guerra mundial (Inés y la Alegría), la historia de los maquis (El lector de Julio Verne), las obras del valle de Cuelgamuros, así como las cárceles de Torrijos y Porlier (Las tres bodas de Manolita), los nazis recogidos y amparados por la dictadura (Los pacientes del doctor García), los tratamientos en los manicomios del régimen con una protagonista de excepción, la madre de Hildegart (La madre de Frankenstein) y …
Y aquí se acabaron los episodios. Faltaba Mariano en el Bidasoa, ultimo, dedicado a los topos, la emigración y los 25 años de paz franquista.
Ya, herida por el rayo, quiso dedicarnos un epitafio con la distopía: Todo va a mejorar. Con una visión de esperanza, y con sus protagonistas luchadores, siempre contra el poder corrupto y canalla, que reflejaban bastante bien, la España de la pandemia de 2020 y posterior.
En sus últimas horas le pidió a Luis que el último capítulo lo acabara él, con las indicaciones que reflejaban la intención de la autora.
Como en todas las grandes autoras, ella no se ha ido, quedan sus obras y ahora se aprecian en toda su valía. Nos queda su alegría.