195 Países se reúnen en París para llevar a cabo un necesario acuerdo, contra el Cambio Climático. Como objetivo, está el evitar que a finales de siglo la temperatura del Planeta suba más de 2 grados, marcados como el límite para evitar las más desastrosas consecuencias del cambio climático.
Se trata de conseguir un futuro mas verde dejando de lado las energías sucias, como el petróleo o el carbón y apostar por las energías limpias, renovables como el sol y el viento. Es decir: cambiar el modelo energético. Hay que evitar que siga subiendo el nivel del mar,que ya está afectando a territorios vulnerables, como algunas islas del Pacífico que ya han sufrido las consecuencias del derretimiento del hielo en los polos.
Para visibilizar la urgencia de estos compromisos y exigir a la Cumbre del Clima de París de la ONU que éstos sean vinculantes, el 27 de noviembre se llevaron a cabo 2500 concentraciones en todo el mundo. En París en lugar de la marcha prevista, que se prohubió por los atentados recientes, se depositaron 20.000 pares de zapatos en la Plaza de la República.
En 300 ciudades españolas hubo concentraciones, una de ellas, muy concurrida en Madrid.
En ella se dieron cita numerosos colectivos, muchos jóvenes y niños que entre globos verdes, significando un futuro mejor, otros amarillos y diversas pancartas marcharon desde la Plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol, donde una banda de Jazz amenizó la llegado tocando varias piezas y la directora de cine Itziar Bollain leyó un Manifiesto.
Al estrado subió “La generación renovable”, varias niñas y niños manifestaron espontáneamente sus deseos y preocupaciones ante el calentamiento del Planeta. Al fondo una gran pancarta decía “Frente al cambio climático ¡cambiemos el modelo!” y en carteles redondos, amarillos y naranja se leía,”100X100 energía renovable”. En otras verdes, en forma de hojas se podía leer “¿qué vas a regalar al Planeta por Navidad”, “Más renovables, menos C02”, “comer menos, vivir más y mejor”. En el suelo una gran pancarta de Greenpeace rezaba: “Salvemos el clima”.
La cumbre de París tiene un gran desafío y enorme responsabilidad en las decisiones que tome en estas dos semanas. Sin olvidar que existe también un cambio desde abajo a través de millones de pequeños actos cotidianos como: evitar beber agua embotellada, reducir las bolsas de plástico, utilizar mobiliario sostenible, votar para apoyar las energías renovables, cambio de dieta y estilo de vida, compartir coche, comprar productos locales y un largo etcétera.