El carácter español se refleja con bastante acierto en dos géneros literarios: la Novela Picaresca y los Libros de Caballería, entre cuyos títulos y autores hay obras notables.
En esa línea, hoy podría escribirse algo así como:
«Pícaros entrañables de la España actual».
Incluyendo estos títulos:
«Dos locuaces marrulleros que muchos doblones hubieron, engañando a un pobre corregidor y sin alguna piedad».
«El asesor del orondo menestral que le pagaba a la amante sin tener que trabajar con dineros procedentes del patrimonio estatal».
«Un altivo aventurero con impuestos a pagar, amante de una dama principal que le quería a rabiar».
«El embustero ocupado que, almorzando en fonda de mucho yantar, en horas en que de ello se debía cuidar, se olvidaba y por una cruel riada se la dejaba arrastrar.»
«Aventuras hazañosas de un emprendedor total, que a otros listos enrolaba en negocios que no había, ni hacia ni cuidaba, mientras bolsas llenas de maravedíes les daba, y doblones él se embolsaba a costa del dinero del sufrido personal».
Podría seguir así. Pero, me voy a desayunar.
—Los lectores opinan—