«Olas de energía ciudadana. Cultura para la convivencia». Con ese eslogan y un programa cultural que quiere ser un «compromiso con los derechos humanos», la ciudad de Donostia-San Sebastián ha sido elegida para ser la capital europea de la Cultura en 2016, junto a la ciudad polaca de Wroclaw. En el camino se han quedado otros 14 proyectos de ciudades españolas. En la final, la capital guipuzcoana ha vencido a Córdoba, que era la favorita, Burgos, Segovia, Las Palmas y Zaragoza.
El jurado dice haber valorado «la capacidad de San Sebastián para superar el pasado violento a través de la cultura». El presidente del comité de selección, Manfred Gaulhofer, director general de Graz 2003, ha dicho que «todas eran grandes candidaturas, pero San Sebastián tenía algo más: la idea de usar la cultura para la paz y en contra de la violencia».
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