España debe revisar el método de admisión de estudiantes en la escuela para garantizar una distribución uniforme de los alumnos ya sean españoles, inmigrantes o gitanos. Además debería tomar medidas específicas para "reducir significativamente" la deserción de los estudiantes gitanos. Así lo dice la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI).
Por su parte el Consejo de Europa, señala en un informe que ha publicado recientemente, que los colegios concertados españoles rechazan de manera sistemática a los inmigrantes. En el informe de ECRI se constata que ha habido considerables avances en la lucha contra el racismo desde el año 2006, pero las autoridades españolas no consiguen que se revisen los métodos de admisión en los colegios públicos y privados concertados para conseguir una más completa integración de los inmigrantes.
Una de las razones por la que la integración en la escuela no es más completa es que uno de los criterios de admisión es el de la proximidad geográfica. Los gitanos e inmigrantes se concentran en determinadas zonas o barrios de Madrid y los colegios de la zona se convierten en guetos donde los niños se reencuentran cerca de sus domicilios.
El porcentaje de extranjeros de entre 16 a 19 años que termina el bachillerato ha descendido en España en 5 años, del 22% al 18%.
Según los expertos la situación habría empeorado por la crisis financiera que ha llevado a miles de jóvenes a abandonar los estudios para buscar un trabajo que les permita ayudar a sus familias, la falta de motivación o la burbuja de la construcción que dio trabajo fácil a muchos jóvenes durante unos años y ahora los ha dejado en el paro.