El 8 de marzo de este año 2018 ha sido un día de movilizaciones históricas en todo el país a favor de la igualdad y libertad de las mujeres. La huelga general apoyada por más de trescientos colectivos feministas y los paros de dos horas que convocaron algunos sindicatos tuvieron un gran seguimiento, sobre todo en sectores como educación y sanidad.
También los paros y manifiestos de ocho mil periodistas, universidades y diversos sectores públicos, junto con actuaciones como colocar delantales en las ventanas hicieron patente uno de los lemas de las manifestaciones “si paramos las mujeres, se para el mundo”.
En el distrito de Chamartín, ya por la mañana, hubo concentraciones delante de la Junta Municipal con un flashmob de los centros de mayores, en la Plaza de Prosperidad y frente al hospital de La Princesa.
Lo ocurrido en las 120 ciudades españolas ha tenido tal eco, que han sido varios los países europeos que abrieron los informativos mostrando las multitudinarias manifestaciones y explicando las peticiones de cambio de normas, de compromisos para cambiar a leyes que promuevan la igualdad, contra la brecha salarial, contra la violencia machista y para eliminar la desigualdad existente en tantos ámbitos.
Todo ello hace pensar en un cambio social profundo, con una gran conexión intergeneracional y marcando un hito con un fuerte impulso en la lucha que muchas de las mujeres han venido llevando a cabo a lo largo de los dos últimos siglos y que siguen protagonizando a nivel mundial con la fuerza de las nuevas generaciones.
La sensibilidad social ha cambiado. Las mujeres han hecho historia en esta emblemática jornada. Esperemos que los políticos recojan el sentido del mensaje enviado y se vaya materializando en una toma de decisiones que favorezca la igualdad.