Os ofrezco este programa de verano: conocer a fondo la alegría, respirar con holgura, cuidar el perfil de lo pequeño, curtir la piel con hambre de bonanza, tomar el pulso a la belleza, al latido del campo y de las flores, al color dorado de la tarde, a las primeras luces de la noche, alejando el peso de la gris monotonía, sosegando el ánimo agitado por tanta crispación y enfrentamiento. Con este trasfondo de colores, de brisa marina, de músicos al sol de la playa, de barcos en el horizonte, os deseo unas merecidas y sabrosas vacaciones, un pleno y cálido verano de bienestar que nos traiga valentía y ternura, cercanía y humor, descanso, alegría, paz.