El jueves 29 de noviembre quedamos con Carlos Nadal para que nos enseñe Argüelles, su antiguo barrio.
La prueba de que lo conoce muy bien es que se las ingenia para que con sus explicaciones, sus descripciones y la ayuda posterior de algunas fotografías nos hagamos una idea bastante clara del barrio de Pozas, ya desaparecido, de la cárcel Modelo, que tampoco existe, y de la Iglesia del Buen Suceso, donde fue bautizado nuestro guía, demolida en 1975 porque había quedado muy dañada por los bombardeos de la guerra. En el solar se construyeron unos apartamentos y una pequeña iglesia también llamada del Buen Suceso, pero que no tiene nada que ver con la anterior.
Argüelles fue uno de los primeros barrios creados en el Ensanche de Madrid, realizado a mediados del siglo XIX. En 1857 se comenzó a construir la primera casa del barrio, situada en la calle Princesa esquina a Quintana, derribada en los años 80 del siglo XX.
Nos cuenta Carlos que al lado de donde nos encontramos estaba el barrio de Pozas, un modesto conjunto urbanístico diseñado en 1860 por D. Ángel de Pozas de quien recibe el nombre. Eran casas para la clase obrera en régimen de alquiler, pero casas dignas. Pozas también fue el constructor (no el arquitecto) del Cuartel de la Montaña y de la Cárcel Modelo.
Debido al estado lamentable que presentaban estas casas tras la guerra civil el conjunto urbano fue desmantelado en los años 60. Según se iban los inquilinos se iban quitando manzanas de casas. Muchos se resistieron encabezados por Lauro Olmo y por su mujer, Pilar Enciso, ambos escritores. Fueron los últimos en irse. Aunque habían ganado juicios no se cumplieron las sentencias y la policía los sacó de su casa en mayo del 68.
A los que se fueron un poco antes que ellos les dieron 500.000 pts y el acceso a un piso (seguramente en alquiler) en Reina Victoria. En el lugar donde estaba el barrio hay un Corte Inglés y un conjunto de hoteles y viviendas de lujo.
Caminando por Princesa hacia Moncloa en el número 70 pasamos por la puerta de la peluquería de caballeros Luis Martín que era y sigue siendo la peluquería de Carlos. Es una barbería tradicional que conserva la grifería y el mobiliario original de 1925. En Internet podemos leer cosas muy interesantes sobre este establecimiento.
Nos llama la atención dos edificios de la calle Princesa en los que se han renovado los dos últimos pisos, integrando perfectamente lo antiguo con lo moderno y también nos fijamos en la fachada de la antigua fundición tipográfica Richard Gans con sus elegantes balcones de hierro y los cristales como vidrieras.
Vemos la Casa de las Flores que abarca toda una manzana entre las calles Hilarión Eslava, Gaztambide, Meléndez Valdés y Rodríguez San Pedro, llamada así por sus balconadas con tiestos. Es obra de Secundino Zuazo, un arquitecto muy importante en la primera mitad del siglo XX. Este edificio es un ejemplo de arquitectura racionalista: grandes patios interiores que dan mucha luz a todas las casas. Al poco de ser levantada, se convirtió en un símbolo de la construcción de edificios de viviendas en la capital y fue tomada como modelo por los estudiantes de arquitectura de los años venideros.
Secundino Zuazo es también el autor del proyecto de los Nuevos Ministerios aunque sufrió modificaciones cuando se realizó y del llamado Túnel de la risa, que unió el tren de Atocha con Nuevos Ministerios y que se hizo en la época de la República. Era uno de los arquitectos más reputados aunque fue depurado durante la guerra, quizá porque durante la República había sido presidente de la Asociación de amigos de la Unión Soviética. Se tuvo que ir de España, volvió en el año 46 y le nombraron académico de Bellas Artes aunque ya se mantuvo en segunda línea.
En la Casa de las Flores vivió Pablo Neruda cuando vino a Madrid como cónsul de Chile. Le buscó la casa Rafael Alberti y se convirtió en uno de los puntos donde solían reunirse los artistas de la Generación del 27.
Pablo Neruda habla de la casa en un poema. (ver poema)
La casa de las Flores no salió indemne de la Guerra Civil. El frente de Madrid se estableció durante meses en la ciudad Universitaria y los barrios de Chamberí y Argüelles sufrieron con especial dureza los bombardeos franquistas. Fue reconstruida en 1940 respetando su forma original y desde 1981 es considerada Monumento Nacional.
Llegamos a Moncloa y nos paramos enfrente del Cuartel General del Aire (antes Ministerio del Aire). En este mismo lugar estuvo la Cárcel Modelo, diseñada por los arquitectos Eduardo Adaro y Fernando Aranguren que se inauguró en 1884 y estuvo en funcionamiento hasta 1939. Popularmente era conocida como El abanico porque tenía unas galerías irradiadas en esa forma. Según Carlos, la fachada principal de la Modelo era igualita que la cárcel alemana donde estuvo Puigdemont.
En la parte de atrás, en la llamada Plaza de la Justicia, había un sitio para ejecuciones públicas. La última persona ejecutada (en 1890) fue Higinia Balaguer, una mujer considerada culpable de haber matado a su señora. Este caso fue conocido como El crimen de la calle Fuencarral.
El edificio sufrió grandes daños por los bombardeos debido a su cercanía a la Ciudad Universitaria. Fue demolido cuando acabó la guerra y su función fue asumida por la cárcel de Carabanchel. En sus cimientos se construyó el Ministerio del Aire, en la actualidad el Cuartel General del Ejército del Aire, completamente herreriano, recuerda al Monasterio del Escorial.
Carlos ha quedado con Dominique Ferrés, un escultor amigo suyo que tiene su estudio en Altamirano. Admiramos sus obras en madera, bronce y otros materiales.