Según los cálculos del Gobierno, reducir la velocidad de 120 a 110 kilómetros hora en las autovías y autopistas va a suponer un ahorro de 1.400 millones de euros al año,o lo que es lo mismo una reducción de 18 millones de barriles de petróleo al año.
La puesta en marcha va a costar unos 250.000 euros, que hay que emplear en colocar pegatinas con los nuevos límites de velocidad en las más de 6.000 señales que hay en la red de carreteras. Ese cambio se hará en una sola noche.
También se informará de los límites de velocidad en los paneles luminosos que tendrán prioridad sobre cualquier otro tipo de señalización.
Por su parte, Renfe está poniendo a punto la reducción de hasta un 5% en los billetes y abonos de cercanías y media distancia que va a entrar en vigor el próximo 7 de marzo. Según la compañía esta medida tiene un coste económico neutro ya que la reducción del precio se compensará con un previsible aumento de usuarios.
La situación de crisis económica e inestabilidad de los países árabes ha llevado al gobierno a tomar estas medidas provisionales. La disminución de velocidad y las técnicas de conducción eficiente podrían ahorrar un 15% de combustible a cada conductor.