El Congreso aprueba la ley de Seguridad Alimentaria que pretende potenciar hábitos de vida más saludables.
Uno de los objetivos de la ley es no permitir la venta de alimentos y bebidas con un alto contenido en ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sal y azúcares en colegios e institutos. En esta primera fase no se especifican los límites de dichas sustancias en cada alimento que se fijará más tarde en el desarrollo normativo. La ley debe pasar ahora al Senado para continuar la tramitación.
Ha sido votada por todos los grupos políticos excepto el PP, que alega que "no hay alimentos buenos ni malos" y añade que se debe abordar la dieta en su conjunto.
La ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición pretende combatir la obesidad, en particular de los niños, que crece en España por encima del 30%. La normativa, se refiere también a los menús escolares en los que también se limitan las grasas trans, sales y azúcares. Además tratará de impedir aquellas conductas que puedan ser discriminatorias para las personas con sobrepeso u obesidad.