Uno de los parques más encantadores de Madrid, sobre todo en primavera, es la Quinta de los Molinos. Está considerado Bien de Interés Cultural y alberga un palacete de comienzos del s.XX de estilo modernista camino del racionalismo.
El parque era un jardín privado diseñado como finca agrícola mediterránea. Rodeando el palacete hay zonas de jardín con flores, iris, todavía sin despuntar y parterres de césped y de boj. Antes del palacete podemos encontrar un estanque, un molino y un edificio rojizo conocido como Casa del Reloj que actualmente alberga una escuela de jardinería.
Tiene una extensión de 25 hectáreas, que incluye extensiones de arbolado, olivos, pinos, eucaliptos, cipreses y cientos de almendros blancos y rosas que florecen en marzo dándonos un espectáculo inigualable que anuncia la cercana primavera.
El parque se puede recorrer por caminos de tierra, que llevan desde una de las entradas en la Calle Miami hasta la Casa del Reloj, hay una zona para niños cerca de la entrada principal en la calle de Alcalá.
Los domingos de primavera está bastante transitado pero aquellas personas que puedan acudir en días laborables no encontrarán muchos visitantes, jubilados paseando o leyendo el periódico en un banco al sol, corredores, gente paseando al perro y otros que en medio de Madrid se encuentran con ese espacio de tranquilidad y belleza, del amarillo de las mimosas al blanco y rosa de los almendros, de la seriedad de los cipreses a la tenacidad de los olivos. Todo un deleite para la vista y el olfato y un oasis de paz al lado de la Calle Alcalá en el cruce con Arturo Soria a 30 minutos del distrito de Chamartín.
Si quieren saber más: Parque Quinta de los Molinos