Garzón ha sido absuelto por el caso de los crímenes del franquismo. Fue denunciado por autorizar la investigación de la tortura, asesinato y desaparición de más de 114.000 personas entre 1936 y 1951. Una sentencia que llega cuando Garzón, juez molesto por atreverse con una poderosa trama de corrupción como “Gürtel”, ha sido expulsado de la carrera judicial. Quedará inhabilitado durante once años para ejercer su profesión y además tendrá que pagar una multa de 2.520 Euros.

Aún le quedaba un tercer juicio por “supuestas irregularidades en el patrocinio de una serie de conferencias en Nueva York” pero ha prescrito sin darle lugar a defenderse de las acusaciones.

Visto el contexto en que se han celebrado estos juicios, han adquirido gran relevancia, por las presiones a las que haya podido estar sometida la Sala Segunda del Tribunal Supremo y las enormes críticas que han levantado su actuación, tanto a nivel nacional como internacional. La independencia y reputación de nuestra judicatura están en entredicho.

El único intento judicial de investigar las desapariciones de víctimas que se encuentran en fosas clandestinas, ha llevado al juez Garzón al banquillo, acusado de incumplir la ley de amnistía de 1977.

Foto de concentración en apoyo a Garzón ante el tribunal supremo el 24 de enero de 2012

El derecho internacional establece que víctimas de tal gravedad no pueden ser objeto de amnistía. La fiscalía y destacados juristas avalan la investigación que inició Garzón. Desde los años noventa, jueces españoles han jugado un papel clave en la lucha contra la impunidad, investigando abusos de Derechos Humanos en Ruanda, Chile o Guantánamo. Desde 1998 con el derecho internacional el juez Garzón permitió el arresto del general Pinochet por la tortura y asesinato de miles de ciudadanos chilenos y extranjeros.
La reputación internacional de Garzón se ha debido a su labor contra los crímenes de lesa humanidad. El tribunal ha negado a la defensa de Garzón poder aportar pruebas testificales de peritos en Derecho Internacional y ha incurrido en importantes irregularidades procesales según los juristas.

Procesos de justicia y reconciliación en Alemania, Chile, Argentina, se han ido logrando gracias a los movimientos de Derechos Humanos y actuaciones judiciales. Así, observadores internacionales en el segundo juicio contra Garzón como Human Rights Watch han dicho “el mundo entero tiene los ojos puestos en las represalias que se están aplicando a Garzón”. La Comisión Internacional de Juristas de Amnistía Internacional habla del “enorme daño” a la imagen de España. José Antonio Martín Pallín, magistrado retirado del Tribunal Supremo y miembro de la Comisión Internacional de Juristas recalca que estas resoluciones pueden producir intimidación a jueces que investiguen violaciones de derechos humanos.

Diversos medios de comunicación como The Guardian, Le Monde, New York Times, se hicieron eco de la noticia, así como la cadena C.N.N y la catarí Al Jazira, expresando comentarios de perplejidad.

Según el abogado del juez Garzón, este acudirá al Tribunal Constitucional por si se han vulnerado sus derechos fundamentales. En la actualidad el juez Garzón se encuentra en Colombia como asesor de la misión de apoyo de la Organización de Estados Americanos para la implantación de la Ley de Justicia y Paz.