Miembro del Grupo de Trabajo Economía Sol – 15M
El movimiento 15M cumple un año de vida. Y en un solo año la recopilación de experiencias es enorme, igual que la de logros. Aunque la visibilización de este fenómeno social ha sido desigual, tanto a nivel territorial como temporal, los avances sobre el terreno han sido continuos y ostensibles.
Las acampadas realizadas durante los primeros meses permitieron fraguar lo que sería el futuro del movimiento. Más allá de las prácticas tradicionales, un nuevo modo de acción política se ponía en marcha. Cada plaza se convirtió en una gran Asamblea, donde personas de toda procedencia, condición y edad se entregaban a largos debates, intercambiando propuestas, posicionamientos, conocimientos, sentimientos y experiencias, en un ejercicio de socialización que situaba el interés colectivo por encima de los individualismos.
Un punto fundamental en esta primera fase fue la expansión del movimiento con la creación de Asambleas en los barrios de las grandes urbes, así como en los distintos pueblos y ciudades. Gracias a ello se promovió una mayor participación ciudadana y el movimiento enlazó con las diferentes realidades locales.
A este proceso se unió otro, el de la creación de Comisiones y Grupos de Trabajo que centraban sus debates, propuestas y acciones en ámbitos más concretos (economía, política, medio ambiente, etc.), lo que permitió profundizar en el tratamiento de estos temas.
Con estas semillas, la desaparición de las acampadas no implicó la del movimiento, sino una transformación hacia un nuevo modelo de organización y funcionamiento. Las diferentes Asambleas, Comisiones y Grupos de Trabajo se han constituido como la base de este nuevo movimiento ciudadano. El peso de la movilización cambió de pié: seguía en la calle, reivindicándola como espacio para el encuentro de los ciudadanos, pero no bajo una lona.
Ver todo el artículo en euroXpress