Bajo este título se ha inaugurado en la Asociación Valle-Inclán, la exposición de fotografías realizadas por jóvenes de las Comunidades Yakye Axa y Sawhoyamaxa de Paraguay. Quieren llamar la atención de la comunidad internacional y recibir apoyo para regresar a sus tierras de las que fueron echados por terratenientes.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha fallado a favor de las comunidades indígenas pero la sentencia de febrero 2012 no se ha cumplido.

En 6 paneles consecutivos van narrando, con sucesivas instantáneas, el día a día de la situación infrahumana en la que viven, con una economía de subsistencia.

Fuera de sus tierras, están instalados al borde de una autopista en Paraguay como se puede ver en las fotos “al costado de la ruta, trabajando en comunidad”. Otras en las que se evidencia cómo tienen que pasar a propiedad "privada" para lavar, cazar y coger leña. Se puede ver como es la comida de los indígenas con fotografías de palmito, que es parte de su cultura, y buscando mbusu (angula). Otras imágenes muestran la escuela de niños de primero a sexto grado que carecen de material, la profesora no tiene contrato de trabajo; también los animales que utilizan como medio de transporte “los burros”, fotografías de la danza “choqueada” y del juego “baraja de palo”. En algunas se puede ver a militares faltando al respeto a mujeres y ancianos y amenazando con arrestar a los que reivindiquen la propiedad.

Esta exposición es fruto de un proyecto de colaboración de las Comunidades mencionadas, Amnistía Internacional, Tierraviva y Photovoice, que durante seis meses entrenaron a jóvenes en el uso de cámaras digitales.

En la situación actual se da la coincidencia de que ha sido destituido el Presidente Lugo, al que la oposición le achaca estar a favor de los indígenas. Después de un oscuro episodio de matanza de varias personas de las Comunidades, se está retrasando el cumplimiento de la sentencia y Amnistía Internacional urge para que se haga el traslado y recuperen sus tierras ancestrales.

La exposición se puede visitar en el local de la Asociación Valle-Inclán, en Cardenal Silíceo 23, hasta el 9 de julio.

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