En un sábado de otoño madrileño visitamos el Parque Europa, en la localidad de Torrejón de Ardoz.
Este Parque, inaugurado en septiembre 2.010, sobre lo que fue una escombrera con naves abandonadas e infraviviendas, tiene una superficie de 233.000 metros cuadrados y más de 5.000 árboles, un lago navegable y 17 réplicas de monumentos europeos, así como un fragmento original del Muro de Berlín, cedido gratuitamente por el Ayuntamiento de dicha ciudad.
Un grupo de vecinos y vecinas de la Prospe, se dieron cita en el intercambiador de la Avda. de América para iniciar la excursión. Un paseo bien documentado, que los dos guías voluntarios de la Asociación Valle-Inclán, se encargaron de comentar y amenizar, explicando las características de cada monumento.
Entrando por la puerta secundaria reciben al visitante “Las Tres Gracias”, escultura réplica a tamaño real de “Las Tres Gracias“ de Antonio Cánova, de la que existen dos originales, una se conserva en el Museo del Ermitage de San Petersburgo (Rusia); la segunda la exponen alternativamente, el Victoria & Albert Museum de Londres y las Galerías nacionales de Escocia. Resalta el equilibrio y delicadeza de las tres mujeres juntas en un abrazo con las cabezas casi tocándose y que representan a las diosas de la Belleza, el Hechizo y la Alegría.
Junto a ellas la réplica de la Puerta de Alcalá, construida por Sabatini, por encargo de Carlos III, con dos fachadas distintas, que responden a dos Proyectos diferentes. Fue inaugurada en 1.778.
Desde ahí entrando simuladamente en Portugal, la réplica de la Torre de Belem de Lisboa, situada junto a la desembocadura del rió Tajo. Tiene influencias islámicas y orientales, de estilo manuelino. Se inició bajo el reinado de Manuel I de Portugal y se terminó de construir en 1.520. La UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1.983.
Siguiendo entre ríos, un pequeño salto hasta “el Támesis”, para ver el Puente de la Torre de Londres, inaugurado en 1.894. Innovador y sofisticado, se eleva para dar paso a barcos y cruceros.
Un alto en el Teatro griego, que recrea los que existían en la Antigua Grecia, construido sobre una colina y de forma ovalada; y desde allí a otro Puente: el de Langlois, situado en Arlés, al sur de Francia, pintado por Van Gogh en 1.888, porque le recordaba a los puentes de madera de su Holanda natal. Cerca del puente están reproducidos los molinos Holandeses de la provincia de Kinderdijk, también declarados patrimonio de la Humanidad.
Siguiendo la ruta se halla la Plaza de España, conjunto arquitectónico alrededor de una plaza rectangular de 1.000 metros cuadrados se encuentran reproducidas la Puerta del Sol, la Real Casa de Correos y la Plaza Mayor de Madrid, junto a las fachadas de dieciséis edificaciones típicas de las distintas Comunidades Autónomas.
Frente a la puerta principal del Parque está la réplica de la Puerta de Brandemburgo. Es una de las antiguas puertas de entrada a Berlín, inaugurada en 1.791, de estilo neoclásico tiene 26 m. de altura. El edificio fue coronado en 1.705 con una cuádriga de cobre que representa a la Diosa de la Victoria. La puerta tiene cinco entradas. En 1961, tras la construcción del Muro de Berlín quedó entre las dos Alemanias, este y oeste y tras la caída del Muro ha recuperado el valor simbólico que se le atribuye. Un fragmento del Muro de Berlín se contempla frente a esta réplica.
Un merecido descanso en un merendero con cascada de agua y sombra permitió a los excursionistas compartir y reponer fuerzas para continuar viendo por la tarde La Sirenita, reproducción a escala real de la que existe en Copenhague, en la bahía del puerto. Realizada en bronce fundido, homenaje al cuento homónimo de Hans Cristian Andersen. Cercanos a ella se hallan los barcos Wikingos, réplica de los barcos de los pueblos escandinavos, que comerciaban y saqueaban Europa.
Un poco más adelante el David de Miguel Ángel, representa el ideal de belleza masculino, perfecta en cuanto a proporciones. El original de estilo renacentista mide cinco metros y se encuentra en la galería de la Academia de Florencia. La escultura que se pudo contemplar, representa a menor escala todos los detalles de la creación original.
A pocos metros está la Fontana de Trevi, réplica de la mayor fuente de estilo barroco de Roma, con Neptuno en el centro, dios romano del mar y construida en 1.762. Inmortalizada en la película La Dolce Vita de Fellini. Su nombre “Trevi”, deriva de tre-vie, encuentro de tres calles.
Al fondo del Parque, la réplica de la Torre Eiffel, construida con motivo de la exposición universal de París en 1.889. Más de siete millones de turistas la visitan al año. La original, mide trescientos veinticuatro metros de altura y fue diseñada por Gustave Eiffell.
En dirección a la salida, el Manneken Pis, de Bruselas, estatuilla de bronce, se cree que había una parecida en piedra en el siglo XIV. La tradición viste a esta escultura en las celebraciones especiales. Tiene 750 vestidos que se exponen en la Casa del Rey en la Grand Place. La fuente sobre la que está la estatua abastecía de agua potable a un barrio.
A continuación la Plaza de Europa, creada para este Parque con las banderas de los 28 países miembros así como la de la Unión Europea.
Finalizó el recorrido con la contemplación del Atomium que representa una molécula de cristal de hierro ampliada 165.000 millones de veces, construido como homenaje a la energía atómica, para la exposición de Bruselas de 1.958. Es uno de los símbolos de la ciudad. El Atomium se compone de nueve esferas de acero,, la de la cima está abierta al público .
Ya de regreso a Madrid, el aprecio de un bonito día “paseando por Europa”, en compañía y en plena naturaleza.