Arranca el paseo en el Museo de esculturas al aire libre situado bajo el puente que cruza el Paseo de la Castellana, inaugurado en 1.979. Allí se encuentran la controvertida obra de Eduardo Chillida, titulada la Sirena Varada, que fue punto de reunión de la movida madrileña y otras esculturas de Julio González y Alberto Sánchez, de la Escuela de Vallecas.

Esta zona, corresponde a uno de los ensanches de Madrid, situada entre la Castellana y el Paseo del Cisne.

A principios del siglo XIX se fueron derribando vallas y lo que había sido una ciudad árabe se fue trasformando en una moderna. Se crearon los barrios de Chamberí, Argüelles, Salamanca, Almagro, todos ya extramuros y éste último asentado en la llamada huerta del tío Merejé, dónde había diversas tejerías y huertos.

Se construyeron muchos palacios pertenecientes a la burguesía financiera que en sus testamentos los fueron dejando en herencia a diversas instituciones religiosas, que continúan asentadas en estos lugares.

Almagro, también llamado Paseo del Huevo es del último tercio del siglo XIX y principios del XX. Toda la arquitectura de ésta zona es de estilo historicista ecléctico, con construcciones nacionalistas y afrancesadas.

Cruzando el puente, obra de Eusebio Sempere, desde el mencionado museo al Aire Libre hasta la Plaza de Rubén Darío, se disfruta de la sensación óptica de las barandillas, que al caminar a su lado producen cierto efecto de movimiento. Al lado izquierdo está el edificio que fue de La Unión y el Fénix, ahora de la Mutua Madrileña, al que le han achacado cierto aspecto funerario. También se encuentra allí el edificio del ABC, de arquitectura nacionalista, adornado con cerámicas.

A la derecha del puente está el Palacio del Marqués de Bermejillo, de estilo neoplateresco obra de Eladio Laredo que actualmente es la sede del Defensor del Pueblo. Junto a él, el Palacio del Duque de Osuna, actual Instituto Valencia de D. Juan, de estilo historicista neomudéjar que contiene una completa colección de cerámica árabe-hispánica. En la fachada exhibe abundantes adornos grutescos de tipo plateresco renacentista.

Ya en la Plaza de Rubén Darío, se encuentra el antiguo edificio de portada renacentista que ocupó durante varios años la Cruz Roja.

En todas estas calles se aprecia la forma en la que fueron proyectadas en cuadriculas, con recto trazado, amplias y anchas.

Subiendo por Eduardo Dato se halla la Iglesia de San Fermín de los Navarros, de estilo neomudéjar. Inicialmente la iglesia del mismo nombre, construida en 1746, se encontraba en la parte inicial del paseo del Prado fue demolida junto con el hospital adyacente en el año 1882 con motivo del inicio de las obras de construcción del edificio del Banco de España. La Real Congregación de San Fermín de los Navarros decidió entonces trasladar la iglesia a unos terrenos propiedad de Isabel de Borbón en el Paseo del Cisne (actual Paseo de Eduardo Dato).

En la calle General Arrando esquina con Zurbano se halla el Instituto Oftálmico, originalmente de carácter benéfico de antigua y merecida fama para el tratamiento de enfermedades oculares. Hoy está integrado en la Sanidad Pública.

Más adelante se pasa por el Hotel Santo Mauro, antiguo Palacio de los Duques de Santo Mauro y cerca, en la calle Almagro un edificio que fue premio de arquitectura del Ayuntamiento de Madrid en 1.914.

El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, de estilo neoregionalista, obra del arquitecto anglovasco, Smith Ybarra, perteneció a la casa Garay.

Entre Almagro, Alonso Martínez, Génova y Castellana, se puede contemplar abundante arquitectura francesa y paseando por esta zona está el edificio de Ediciones Siruela, perteneciente a la Duquesa de Alba y el Frontón Beti-Jai (Siempre fiesta, en euskera) es una antigua instalación deportiva actualmente en ruinas. Fue levantado en la última década del siglo XIX y en 1991 recibió la declaración de Monumento del patrimonio histórico de España, catalogado como Bien de Interés Cultural protegido dentro del Conjunto Histórico de la Villa de Madrid y está a la espera de su remodelación.

Finalmente entrando por la calle Fernando el Santo, se encuentra el Palacio de Carlos María de Castro, que fue el encargado de trazar el ensanche de Madrid, y el Palacio de Mora y Aragón, dónde vivió la futura reina de Bélgica, Fabiola hasta su boda con el rey Balduino, ubicado en la calle Zurbano y que ahora es una dependencia del Ministerio de Fomento.

También se puede visitar en la calle Blanca de Navarra, una exposición de Cruz-Díez, de Arte Óptico muy interesante.