Es preciso tener una amplia información sobre lo que acontece en todos los ámbitos, es preciso vivir con los ojos bien abiertos porque están pasando muchas cosas, porque se producen cambios que afectan a nuestra vida, cambios que pueden sernos favorables o perjudicarnos seriamente.
Disponer de una buena información nos permite elaborar nuestros propios juicios y tomar una postura razonada con bases objetivas.
Desde hace años disponemos de muchos medios de comunicación, prensa, emisoras de radio, canales de televisión, diría que estamos abrumados por tanta información que no podemos llegar a asimilar.
Pero estar informados continúa siendo difícil porque aunque casi todos los medios de comunicación se presenten como independientes, están imbuidos por una ideología, por una determinada concepción de la sociedad. Ojeando en un mismo día varios periódicos percibimos que las noticias, o al menos el relieve que se les da, es diferente.
Un medio de comunicación da una noticia y además aporta unos comentarios, un análisis de los hechos o de las situaciones y aquí se disparan todavía más las diferencias.
Para lanzar y mantener un periódico o una televisión se necesita un capital muy elevado y muchas veces se precisa la aportación financiera de un grupo empresarial o un grupo de inversión que va a tener un poder decisorio determinante en el consejo de administración de la empresa.
Y aquí empieza una nueva complicación porque la ideología del periódico, del medio de comunicación estará condicionada por el grupo financiero que, lógicamente impedirá o al menos limitará la difusión de informaciones o comentarios que puedan afectar a sus intereses, al sistema económico imperante.
La información nunca ha sido un espacio neutro, siempre los grupos de presión económicos, políticos o religiosos han tenido mucho interés en controlarla, en demasiados períodos este control ha sido total.
Por esta razón en la actualidad la difusión de posturas críticas con el sistema neoliberal es muy difícil y quedan relegados o silenciados los planteamientos de los grupos o de los partidos críticos con el sistema que plantean otras alternativas.
Afortunadamente nos queda la difusión por internet que precisa menos medios económicos. Aquí los grupos, aunque tengan ideologías muy dispares, pueden transmitir noticias y comentarios. También es posible transmitir informaciones falsas, por esto es necesario conocer la solvencia de la persona o del grupo que emite la información.
Nuestro derecho a la información queda, pues, muy limitado y si no hay de hecho una igualdad de oportunidades para difundir las opiniones también queda cuestionada la democracia.
El Estado debe velar para que sea posible una información veraz y objetiva y para ello debe potencias los medios de comunicación públicos, la radio y la televisión.