Las 2200 alegaciones presentadas a la operación Chamartín, de las que al menos 120 se promovieron con la colaboración de nuestra Asociación, han sido una pieza clave para que no se haya aprobado definitivamente el nuevo Plan “Distrito Castellana Norte” como llaman ahora a la Operación Chamartín. Hemos contribuido a abrir una oportunidad para el debate sobre el futuro del norte de la ciudad.
El BBVA tenía previsto con el Ayuntamiento, aprobarlo en un pleno extraordinario que pretendían convocar el 7 de mayo, ultimo día anterior a la campaña electoral, pero cuando comprobaron que no tenían tiempo de contestar a las alegaciones e incorporar los informes al expediente para esa fecha el BBVA no desistió y mantuvo la presión sobre el Ayuntamiento hasta el día 21 de mayo para que se aprobara.
En esos idus de mayo, ha caído algún técnico municipal que advirtió que no se podía informar correctamente las alegaciones con esos plazos, y también tuvieron que negarse los partidos de la oposición a que se convocara un pleno extraordinario para saltarse el debate serio de las alegaciones, ya que Botella dijo que le entristecía que no se aprobara la Operación pero que el PP solo no convocaría un pleno extraordinario en plena campaña electoral. Y eso que Aguirre la calificó en esas fechas de “soviética” por poner límites a la circulación de coches por la almendra central.
El BBVA anunció antes de las elecciones que el expediente estaba completo, a espera de que el nuevo Ayuntamiento lo aprobara, y que si no se le daba el visto bueno en 2015 se retiraría de la operación, según noticias de prensa.
La situación que tendrá que abordar el nuevo Ayuntamiento a partir del verano presenta dos facetas importantes:
- No ratificar el convenio firmado por Botella, González y Pastor: la actuación no puede desarrollarse sin un convenio de gestión y financiación de infraestructuras que exige el Plan General para este ámbito, convenio pendiente de ratificación por el Pleno Municipal cuando se apruebe definitivamente el plan parcial. El Convenio ya firmado por la Alcaldesa, la Ministra y el Presidente de la Comunidad a bombo y platillo ante la prensa en enero pasado, es claramente perjudicial para el Ayuntamiento, al menos, y daría viabilidad a las propuestas urbanísticas del plan parcial que son perjudiciales para el norte de la ciudad y los barrios colindantes.
- Reconsiderar las propuestas en los terrenos públicos de la operación Chamartín (el 83% de las 311 Has que abarca la actuación) ya que obedecen a un planteamiento de negocio inmobiliario y no a las necesidades del norte de la ciudad y de los barrios del entorno. La operación responde a los criterios megalómanos del Plan General de 1996 y las condiciones sociales y económicas son radicalmente distintas ante el futuro de la ciudad. Se les ha pasado el arroz sin hacer nada y es el momento de replantearse qué se debe hacer con el norte de Madrid.