VACACIONES
Prospereando | 13/07/15 | editorial

Ya estamos en pleno verano con un calor agobiante que a todos no deja decaídos. Empiezan las vacaciones. Muchos pasarán unos días en su pueblo y allí recuperarán a sus viejos amigos, otros irán a albergues o a campings, en el campo o en la playa. También muchos se quedarán en Madrid, un Madrid con menos tráfico, más tranquilo.

Las vacaciones tienen el valor de marcar una discontinuidad, de romper la rutina del trabajo y olvidar por un momento los problemas habituales. En vacaciones todo se paraliza un poco, necesitamos descanso, un cambio, una pequeña evasión. Es el momento de leer, también de reflexionar un poco y de hacer proyectos para el próximo curso.

Pero no todo se paraliza. En este verano Grecia continúa intentando llegar a un acuerdo económico con la Troika, con la UE, con Alemania y el grupo de los países duros, con los acreedores para resolver el problema de la deuda, deuda que no ha contraído el actual gobierno de Syriza, han sido los anteriores con compras masivas de armamento, de carros de combate a Alemania y a otros países, la han contraído con una corrupción desmesurada durante años.

Las presiones económicas están llevando a Grecia a la miseria, al hambre pero a los gurús de la economía les preocupa poco, continúan exigiendo más recortes, más sacrificios.

Los problemas económicos también son políticos y sospecho que la Troika y la UE no pueden admitir que surja ahora un partido díscolo que ponga en cuestión las reglas de juego del sistema neoliberal.

Los comentarios sobre el verano y las vacaciones tienen que invitar a la evasión y a intentar aprovechar los placeres del verano desde un helado a zambullirse en las aguas del mar o contemplar el paisaje desde lo alto de un monte. Es lamentable la desviación pero los problemas están ahí.