El día 15, bajo la impresión de los atentados en París, discurrió la 38 Marea Blanca en Madrid, programada por Plataformas y Mesa por la Defensa de la Sanidad Pública, en el tercer domingo de noviembre.
Aunque aparentemente el nuevo gobierno de la Comunidad de Madrid, trasmite noticias DE PARALIZACIÓN DE LAS MEDIDAS DE PRIVATIZACIÓN de la Sanidad Pública, lo que está haciendo realmente es lo contrario: intentar dividir a la Marea Blanca, llamando a dialogar a los distintos colectivos que intervienen, por separado, con promesas y algunas concesiones, utilizando el viejo proverbio de “divide y vencerás”.
Concesiones, parciales que por lo tanto no afectan a la totalidad de los trabajadores. No se contempla la recuperación de la jornada laboral, ni un plan progresivo de recuperación del nivel de empleo, ni revertir al sistema público de salud la Lavandería de Mejorada del Campo o el centro de Transfusiones y se justifica la privatización progresiva de los servicios no sanitarios.
Tampoco las derivaciones de pruebas, intervenciones y consultas hacia centros privados, que no disminuyen las listas de espera y suponen un coste mayor a las arcas de la Sanidad Pública.
Todas estas reivindicaciones, con las pancartas habituales y numerosos carteles en los que se reclamaba una Sanidad 100 X 100 Pública y de Calidad, acompañados de una batucada y cantos alusivos, estaban presentes en la Manifestación, y expresaban que había motivos suficientes para seguir saliendo a la calle mientras la ofensiva al Sistema Público de Salud, no cese.
Y sin acabar los ecos de esta Marea Blanca, los ciudadanos y usuarios de la sanidad pública, se enteraban por los Medios de que la CONSEJERÍA DE SANIDAD está empezando a proponer contratos de AUTOGESTIÓN A LOS EQUIPOS QUIRÚRGICOS, de los Hospitales de Madrid.
¿Es una nueva forma de privatización, encubierta y más eficaz?.
Según la Junta directiva AFEM, Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid:
"No son verdaderos pactos de gestión, ya que implica pagar en grupo a los servicios y personal adscrito que los firme por un trabajo concreto y limitado consistente en intervenir a un paciente y derivar a dos.
No derivar significa no cobrar.
Se trata de terminar con la Lista de espera quirúrgica, derivando pacientes aunque sea más caro, desde los propios centros públicos.
No miden calidad sanitaria.
Incumplen la Ley 6/2009 de la Comunidad de Madrid sobre la Libre Elección”.
Como termina el mismo comunicado, estas medidas: “Son moralmente inaceptables” y evidencian por qué hay que seguir reclamando, pública y colectivamente, el derecho a una Sanidad Pública y de Calidad para todos.