París, IPS – Lo imposible fue posible. Gobiernos de 195 países hicieron historia al firmar este sábado 12 en París el primer acuerdo universal y vinculante para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos negativos del cambio climático en el mundo.
Tras 14 días de intensas negociaciones en el seno de la 21 Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), diplomáticos y ministros, algunos emocionados hasta las lágrimas, aplaudieron el llamado Acuerdo de París, como el cierre de un largo proceso de cuatro años y con muchas paradas por todo el mundo.
Un proceso hilvanado por la diplomacia francesa logró evitar el destino del fallido acuerdo climático del 2009, el último intento en lograr un acuerdo climático global, y entregó un robusto tratado que incluye elementos que van desde el respeto a los derechos humanos y la integridad de los ecosistemas hasta las obligaciones financieras de los países.
«Tengo la profunda convicción de que hemos logrado conseguir un acuerdo ambicioso y equilibrado. Hoy es el momento de la verdad», dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, quien presidió la cumbre durante sus dos semanas.
Tras casi dos horas de espera en el Plenario y una queda discusión sobre la elección de un verbo en un artículo crucial del acuerdo («deberá» en lugar de «debería»), Fabius pudo convocar a los delegados a sus lugares y levantar el mazo para refrendar las decisiones de la COP21. «Es un mazo pequeño pero creo que puede hacer un gran trabajo», dijo.
Si los países firmantes lo ratifican, se convertirá en el primer acuerdo universal y vinculante que obligará a cada nación con acciones ante el cambio climático y sucederá al fracasado Protocolo de Kyoto, un tratado obsoleto que nunca logró llenar las expectativas y que solo obligaba a los países industrializados a reducir emisiones.
El acuerdo que emerge de París logró encontrar un punto medio que fue aceptado por todos los grupos en las complejas negociaciones de la CMNUCC, desde el bloque de pequeños estados insulares hasta la alianza de naciones industrializadas.
«El texto no es perfecto, pero es un buen punto de partida para la acción climática», declaró la ministra sudafricana de Agua y Asuntos Ambientales, Edna Molewa, tras la ovación que vino después de ser aprobado el texto. «Este es el primer paso en un largo camino», concluyó la ministra, la primera en hablar de quienes tomaron la palabra en el plenario final.
La mayoría de los delegados que tomaron la palabra durante esta noche final recordaron la necesidad de continuar la acción climática y lograr la implementación del acuerdo en los próximos años, especialmente en la cumbre climática 2016, que se celebrará en la ciudad marroquí de Marrakech…
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