El pasado 28 de enero y como parte de nuestra actividad de paseos por Madrid, acudimos a la Residencia de Estudiantes en la Colina de los Chopos, con motivo de la exposición “Mujeres en Vanguardia”.
Trata dicha exposición de lo que fue en su día la Residencia de Señoritas. Versión femenina de lo que fue en su día la Residencia de Estudiantes, y por cuyas aulas pasaron lo más granado de este género en el lapso de tiempo que va desde 1903 hasta 1936. Después todo cambiaría.
Con orígenes en lo que fue el Instituto para la Formación de la Mujer, fundado por Fernando de Castro en el último tercio del siglo XIX, institución que ya visitamos el curso pasado, y el impulso formidable que supuso la Institución Libre de Enseñanza, y la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, a la sazón presidida en aquel entonces por D. Santiago Ramón y Cajal, comenzó su andadura la Residencia de Señoritas en un hotelito de la calle de Fortuny, al que pronto se irían añadiendo otros edificios en la propia calle de Fortuny y en la vecina de Rafael Calvo. Pronto se llegarán a acuerdos de colaboración con el Instituto de Bostón. Institución estadounidense, que se dedicará al intercambio de estudiantes entre diferentes universidades de Europa y de la costa este de los Estados Unidos. Erigiendo esta institución un magnífico edificio en la calle de Miguel Angel nº 8.
La institución fue dirigida desde un primer momento por María de Maeztu, que regiría su andar hasta 1936, en que muy afectada por el asesinato de su hermano, presentó su dimisión y se fue de España, falleciendo en Buenos Aires en 1948.
Gran cantidad de las mujeres que más han influido en la sociedad española del siglo XX, han pasado por esta institución. Bien como alumnas o residentes, o bien como profesoras o conferenciantes. Nombres como los de Clara Campoamor, Victoria Kent, Carmen de Burgos, Carmen Conde, Delhy Tejero, Maruja Mayo, Menchu Gal y tantas otras que habitaron sus aulas, pusieron las bases de lo que después pasó a ser la vanguardia del movimiento feminista en nuestro país.
Terminada la guerra, la residencia pasó a formar parte de la Falange y de su Sección Femenina. Aquello se llenó de curas y de camisas azules y desde entonces pasó a llamarse Colegio Mayor Santa Teresa de Jesús.
Amén