Durante el mes de febrero se han desarrollado en el Centro Cultural Nicolás Salmerón, las jornadas sobre las "Casas baratas y colonias históricas en Chamartín". La clausura de las mismas, tuvo lugar el 18 de febrero con una charla sobre la historia de la Colonia Obrera en la Asociación Vecinal que lleva su mismo nombre. Participaron Mauricio Valiente, concejal presidente del distrito Chamartín; Marivi Arranz y Maria Jesús Lopez, presidenta y vicepresidenta respectivamente de la Asociación y muchos vecinos/as del barrio que contribuyeron y contribuyen al mantenimiento de la misma. Una exposición con los fondos y documentos de la Colonia, – algunos ven la luz por vez primera-, acercaban al visitante a comprender la trayectoria de la misma.
La Colonia Obrera, está situada en la confluencia de las calles Alfonso XIII, y Ramón y Cajal. Se creó en 1915, con el propósito de construir viviendas dignas a precios razonables para los trabajadores. Comenzaron 45 socios y llegaron a alcanzar 116. En 1920 empezaron a habitarla. La 1º Guerra Mundial paralizó el segundo tramó de la edificación. Se reactivo en 1925, con la ley de casas baratas de Primo de Rivera que tenía un enfoque social y cultural. En 1927 se construyó la escuela, la mutualidad obrera, el centro de salud y la banca cooperativa. La Guerra Civil española fracturó la esencia de la colonia y también a los vecinos/as de la misma, llegando al punto que muchos niños/as fueron trasladados a Torrevieja para preservarlos de los peligros de la guerra.
La colonia fue declarada ilegal en 1939. La Dictadura la incautó y pasó a ser propiedad del Instituto Nacional de la Vivienda. En los años 60 y 70 un grupo de mujeres voluntariosas animaron al resto, para que la Colonia volviera a su entidad social y educacional.
En 1978 una nueva lucha les esperaba a los vecinos/as. Por siete años tuvieron que movilizarse frente al deseo de derribarla por el alcalde de la época Sr. Arespacochaga, que quería construir un barrio con fines especulativos. La lucha dio sus frutos y hoy permanece con todo su capital humano y asociativo.
La representante de la Junta municipal, que ha desarrollado la labor de la reconstrucción del fondo documental y de los testimonios vivos de las Colonias del distrito de Chamartín, comentó la importancia de incluirlas como Patrimonio histórico de la Humanidad.
Como expresó Mauricio Valiente en el acto de clausura, la ciudad debe reconocer la labor que hicieron las personas para mejorar los barrios con la creación de viviendas dignas y baratas para la clase trabajadora. Una ciudad que olvida a sus ciudadanos/as se convierte en una sociedad sin alma.
En Chamartín, en el siglo pasado, había hasta veinte colonias que forman parte de la memoria histórica y del patrimonio artístico y cultural de nuestro distrito y de Madrid. Quizás en un futuro no muy lejano las colonias de Chamartín se incorporen como un paseo más de los que se realizan por Madrid. Conocerlas es un disfrute y un deber.