Por Jose Martín Cano. Biólogo
Unos apuntes sobre las mariposas antes de la visita guiada a la sierra para compartir la información y poder contemplar su belleza.
Para introducirnos en el mundo de las mariposas vamos a comenzar con su posición dentro de los seres vivos y del reino Animal en concreto.
Las mariposas son Insectos y como tales se engloban dentro de los Artrópodos. Los Artrópodos junto a los Nematodos y varios grupos menos conocidos forman los animales llamados Ecdisozoos, que significa animales que realizan mudas. Cada muda supone el cambio completo de la cutícula, con desprendimiento de la vieja y la formación de una nueva, y esto lo realizan varias veces a lo largo de su desarrollo. Esta cutícula constituye el exoesqueleto de los Artrópodos, incluyendo las patas y demás apéndices. Debido a la presencia de este esqueleto externo, los apéndices son articulados, y dan nombre al grupo.
Dentro de los Artrópodos, las mariposas son Insectos, esto es poseen tres pares de patas. Son Insectos Pterigotos, esto es con alas. Neópteros, o sea pueden plegar las alas a lo largo del eje longitudinal del cuerpo. Son Holometábolos, esto es, tienen metamorfosis completa y las fases larvarias son muy diferentes tanto en aspecto, como anatomía, comportamiento y alimentación de los adultos. Además son Endopterigotos, esto es, durante la metamorfosis, los esbozos de las alas se forman en el interior del cuerpo y no son visibles desde el exterior.
Constituyen el orden de los Lepidópteros que, como su nombre indica, se caracterizan por poseer las alas, y en general el cuerpo, cubierto por escamas.
Como Holometábolos tienen cuatro fases de desarrollo: huevo, oruga o larva, crisálida o pupa e imago o adulto.
Los primeros Lepidópteros aparecieron al principio del periodo Triásico, en la era Secundaria, hace unos 220 millones de años. En esta época aparecieron también las Fanerógamas, o plantas con flores, y su evolución ha ido en paralelo de forma que los Lepidópteros se alimentan casi en exclusiva de estas plantas, y las orugas son uno de los principales grupos de animales comedores de plantas, tanto de hojas como de otras partes, y los adultos son importantes como polinizadores. Precisamente una de las características más importantes y conocidas de los Lepidópteros es la espiritrompa o lengua de las mariposas que es un órgano especializado para tomar el néctar de las flores.
Los Lepidópteros son uno de los órdenes de Insectos de los denominado hiperdiversos ya que tiene más de 130.000 especies descritas, y probablemente el número total sea varias veces mayor.
Debido a este elevadísimo número de especies, y su diversidad tanto morfológica como biológica y ecológica se dividen en más de un centenar de familias, cada una de ellas con características morfológicas, biológicas y ecológicas bien diferenciadas en cada una de sus fases de desarrollo.
Tradicionalmente se han dividido en macrolepidópteros y microlepidópteros, atendiendo a su tamaño, que tiene poco que ver con las características y la historia evolutiva del grupo. Otra división más o menos artificial es en heteróceros y ropalóceros.
Los ropalóceros son las especies de actividad diurna, con colores normalmente vistosos y llamativos, antenas en forma de maza, de lo que deriva su nombre, y son las mariposas en sentido estricto. Los heteróceros son todas las demás especies, y la mayoría no son diurnas, son en general de colores apagados y las antenas suelen tener otra morfología. Se suelen denominar “polillas”, aunque el diccionario de la RAE reduce este nombre a las especies que en estado larvario se alimentan de restos de animales como pelos, lana, borra, etc.
Las orugas de los lepidópteros se alimentan casi en exclusividad de materia vegetal, y la mayoría son defoliadoras, comedoras de hojas, y su morfología está muy adaptada a esta tarea.
Los imagos se alimentan fundamentalmente del néctar de flores, siendo importantes polinizadores de muchas especies de plantas.
Las mariposas al ser insectos de tamaño mediano o grande, diurnas, de colores llamativos, más o menos “bonitas”, con escasas especies que sean plagas o que ocasionen problemas al hombre, y fácilmente observables constituyen el grupo de invertebrados mejor conocido.
El colorido de las mariposas responde a múltiples razones, a veces un poco contradictorias. Una de ellas es intraespecífica, el reconocimiento lo más rápido de los individuos de la misma especie. Otra razón es la termorregulación, las mariposas se calientan con el sol, y los colores son una pieza fundamental en esta tarea. Otra razón es poder pasarse y descansar pasando desapercibidas para los potenciales predadores, y también hay especies aposemáticas.
En la actualidad, por ser muy conocidas desde el punto de vista científico, y fáciles de observar, al igual que las aves, constituyen un excelente indicador de las características ambientales y de los cambios inducidos o no por el hombre en los ecosistemas.
Finalmente el termino mariposear no hace justicia a las mariposas, que cumplen de forma continua y sin descanso con sus obligaciones, que es vivir y hacer posible la continuidad de la especie, que no siempre es fácil.