Cantar acompaña cuando estás sola, relaja, ahuyenta las penas y la soledad. ¿Por qué, si no, hay tantas personas que cantan cuando se duchan, cuando cocinan, cuando hacen cualquier otra tarea que se lo permite?
Sin duda cantar te hace sentir mejor, te relaja e incluso te divierte. Pero no sólo eso. Además, cantar con otras personas es una experiencia muy enriquecedora y mucho más divertida.
Cuando en los ensayos las canciones empiezan a sonar bien, nos damos cuenta de que un coro es mucho más que la suma de cada una de las personas que cantan. Cantar en grupo te aporta la magia de juntar varias voces para conseguir ¡hacer música!, disfrutar con ello y poder compartirlo con otras personas. Pero además de eso, que ya es muchísimo, cantar en un coro te ayuda a educar tu voz, a mejorar tu oído musical e incluso te capacita para escuchar con más placer otras músicas, otras canciones, otros conjuntos.
Más allá de todo ello está el hecho de que cantar en un coro, hacer algo que te gusta con otras personas a las que también les gusta cantar, te permite conocer y tratar a personas que comparten contigo la misma afición, y poder hacer nuevas amistades.
Si además, de vez en cuando, se canta para que otros disfruten también (en las fiestas de la Asociación, en el barrio, en otras asociaciones o en otros lugares) no solo lo pasaremos bien nosotros sino que, otras y otros podrán también disfrutar.
Todas estas razones me mueven hoy a invitar desde estas páginas, a cuantos amáis la música y os gusta cantar, a que os apuntéis al coro de la Asociación de Vecinos Valle Inclán. Nos reunimos los jueves cada 15 días, a las 12 de la mañana. Allí os esperamos. No lo dudéis. Lo pasaremos muy bien.