De nuevo, un grupo de vecinas y vecinos de la Prospe, convocados, por la Asociación de Vecinos Valle-Inclán, volvimos al Centro, uno de los límites de la ciudad. Callao y Gran Vía eran las eras de los monasterios que existían en la zona.
Empezamos la visita en la Plaza del Callao. Edificio Cine Callao, que se termina en 1.926, en estilo Art Nouveau. El arquitecto fue Luis Gutiérrez Soto. el mismo arquitecto que diseñó el edificio que ocupa actualmente el.Corte Inglés, y que anteriormente perteneció a Galerías Preciados.
Esta zona era antiguamente el Arrabal de San Martín, actualmente plaza del Callao, mitad de la Calle Preciados y calle Jacometrezo (Jacome da Trezzo o Giacomo Nizzola, escultor, medallista y lapidario, que trabajó para Felipe II)
En la plaza del Callao se encuentra el edificio de la Asociación de la Prensa, primer rascacielos construido en Madrid por Pedro Muguruza.
Edificio Capitol – arquitecto Luis Feducci-, de estilo racionalista, muy moderno para su época. En la fachada aparece el famoso anuncio de neón de Schweppes, uno de los pocos anuncios que se “indultaron” de todos .los que había en el centro de Madrid. Este edificio fue el primero de la ciudad en tener aire acondicionado. El primer edificio de los impares de la calle Preciados, después de doblar ésta hacia la plaza de Santo Domingo, es obra de Sáinz de los Terreros.
Siguiendo por la calle Preciados, ya en la esquina con la plaza de Santo Domingo, está el café Varela, inaugurado en 1.870, donde existieron diversas tertulias de escritores e intelectuales.
En la plaza de Santo Domingo hubo dos conventos, el Real Convento de Santo Domingo, de frailes, y detrás de éste el Real Convento de Santa María de los Angeles, de monjas, ambos fundaciones reales, con grandes obras de arte.
Allí también estaba la Puerta de San Bernardo, donde se encontraban los quemaderos de la Inquisición. A mano derecha queda la calle Leganitos, que en árabe significa las huertas.
Por la Costanilla de los Angeles torcemos a la calle de las Conchas y continuamos por la de Las Navas de Tolosa. En el cruce con la calle de la Ternera se encontraba una casa de socorro cuya fachada lucía un primitivo escudo de Madrid, con un dragón y un madroño.
Retrocedemos para entrar por la calle de los Trujillos, y por la Travesía de los Trujillos desembocamos en la Plaza de San Martín. Hay allí varios palacios edificados sobre los solares de antiguos conventos.
En la Plaza de las Descalzas se alza el Monasterio de las Descalzas Reales, que fue primero un palacio o finca de recreo de los reyes. El edificio atesora una gran colección de obras de arte. En la misma plaza se encuentra el antiguo edificio del Monte de Piedad, cuya portada es original de Pedro de Ribera.
En la calle del Maestro Victoria, esquina a la de la Misericordia, se encontraba la casa de los Capellanes, donde vivían los que prestaban servicio en el vecino Convento de las Descalzas. En dicha calle de la Misericordia, la familia del escritor Pío Baroja regentó el primer establecimiento de la pastelería Viena Capellanes.
Continuamos hasta desembocar en la Plaza de Isabel II (Opera), y dejando a la izquierda el edificio del teatro Real, por la calle Arrieta llegamos a la Plaza de la Encarnación, donde se encuentra el Real Monasterio de la Encarnación, fundado por la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III. Proyectado por Fray Alberto de la Madre de Dios, la fachada es de estilo herreriano.
A mano derecha sale la calle de la Bola, que debe su nombre al antiguo juego de bolos que allí existía. A mitad de la calle cruza la calle Fomento, donde se encuentra el edificio ocupado por un Instituto de Enseñanza Secundaria, y en el que durante la Guerra Civil estuvo la tristemente famosa “checa” de Fomento.
A la vuelta de la calle de Fomento, en la calle Torija, está el famoso Tablao “Café de Chinitas”.
Por la Calle de la Bola volvemos a la Plaza de Santo Domingo, donde finalizamos la visita y disfrutamos de un merecido aperitivo. La lluvia nos respetó.