El 21 de enero ha tenido lugar en Madrid una manifestación contra la ratificación del tratado de comercio e inversión Unión Europea – Canadá (CETA) en el Parlamento Europeo. Los asistentes portaban diversas pancartas en las que se podía leer: “Las personas y el planeta no somos mercancía”, “Contra la Europa de las desigualdades, justicia social y ambiental”, “CETA grave peligro laboral”.
Se coreaba entre otras consignas: “Lo que nos conviene el CETA no lo tiene”, “Lo que nos importa el CETA lo recorta”. También se podía ver un gran globo azul con un botijo dibujado en el que se leía 100% agua pública. Los manifestantes pedían que no se delegue la soberanía de los Gobiernos a grupos técnicos, que confieren a las empresas autoridad para poder demandar a los Estados si estos legislan de forma que las grandes empresas se crean perjudicadas disminuyendo de este modo el poder de la democracia.
Simultáneamente, se realizaron manifestaciones de este tipo en muchas capitales europeas y en 33 ciudades españolas.
Las organizaciones ciudadanas, sindicales, políticas y culturales que forman parte de la campaña No al TTIP-CETA-TISA siguen presionando a todos los niveles para conseguir que no llegue a ratificarse en el Parlamento Europeo, pero necesitan el apoyo de toda la ciudadanía.
Durante estos años de campaña se han recogido tres millones y medio de firmas de ciudadanos y ciudadanas europeas que han dicho claramente que no quieren un tratado que hipoteque sus vidas en manos de los mercaderes. Más de mil quinientos municipios y regiones se han declarado zonas libres del TTIP y CETA, defendiendo la democracia frente al poder de las multinacionales.
El pleno del Parlamento Europeo, donde se ratificará o no el CETA, tendrá lugar el 14 de febrero en Bruselas. Pero antes de esta votación decisiva varias comisiones parlamentarias expresarán y votarán su opinión sobre el tratado. Ya tenemos la resolución de la Comisión de Empleo y Asuntos sociales que ha recomendado votar en contra del CETA. También hay un borrador de resolución de la Comisión de Medioambiente que propone rechazar el CETA. Y finalmente el día 24 de enero será la Comisión de Comercio Exterior-INTA quien tenga que definirse sobre el tratado.