En 2016 el Gobierno en funciones y en plena campaña de elecciones, anunció que no subiría el precio de la electricidad. En 2017 tenemos la electricidad más cara de Europa.
El Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, en los días de máximo frío, declaró que la factura de la luz se incrementará 100 € este año. Definió las causas: la falta de viento, la escasez de lluvias, la subida de los precios del petróleo, la mayorcompra por parte de Francia de la energía en España, debido a la paralización de algunas de sus centrales nucleares y al aumento de la demanda por las bajas temperaturas. Pero nada dijo de las medidas a tomar para evitar el elevado precio de la factura eléctrica. Como solución doméstica propuso a los consumidores la conveniencia de utilizar los electrodomésticos en el horario de: 1 de la madrugada a 7 de la mañana. Algo que hace sonrojar.
La organización de consumidores Facua ha denunciado que la factura eléctrica ha aumentado en un 28% respecto a enero de 2016. Su portavoz, Miguel Angel Serrano, cree que el problema esencial es que: "estamos ante un oligopolio, una supuesta privatización que implica que las empresas españolas pacten los precios. Tenemos una de las luces más caras de Europa. El suministro eléctrico es algo esencial para tener una vida digna".
La subida de la factura, en los últimos años, trajo como consecuencia que en 2015, en plena crisis económica, se tramitaran 650.00 cortes de luz por impago, en un momento en el que las ganancias de las eléctricas en los 5 últimos años ha sido de 30.600 millones de € con un aumento del 5 y 6% interanual.
No hay equilibrio entre el beneficio empresarial y el precio del recibo de la luz o el gas, condenando a miles de personas a la pobreza energética, a pasar hambre y frío por la voracidad de quienes fijan los precios y quien se lo consiente.
El precio de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre la factura final, alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al impuesto de electricidad. Hay que añadir que en el sistema de oligopolio con que se fijan los precios en España reina la opacidad.
Los consumidores tenemos una deuda acumulada con las empresas eléctricas de 23.000 millones de euros en números redondos; una deuda por habitante superior a los 500€, conocida como “déficit de tarifa”, puesto en marcha por Rodrigo Rato cuando era vicepresidente del Gobierno de Aznar, para enmascarar la subida de la luz, y que es la diferencia entre los derechos de cobro reconocidos a las eléctricas y lo que pagan los consumidores. Se generó una deuda que hay que pagar año a año.
Los beneficios obtenidos por las empresas que controlan el gas y la electricidad están siendo astronómicos y ello no redunda a favor de la situación de crisis que se está viviendo, puesto que son las entidades que menos impuestos declaran. Deducciones, desgravaciones y un largo etc. trae como resultado un aumento de sus beneficios que no actúa en el precio de la factura eléctrica.
En la comparecencia de Rajoy días pasados, apuntó que los precios bajarían porque se anunciaban lluvias y viento y se abarataría el coste total de la energía. Un intento de poner la luz lejos del opaco mercado eléctrico, fuertemente intervenido y de oligopolio.
A los consumidores, totalmente desconcertados con el baile de precios de la electricidad, según franja horaria, nos queda mirar al cielo para que el dios de la lluvia llene los pantanos que el viento nos traiga aires de bajada del precio del vatio, para que la factura eléctrica no deje la cesta de la compra extenuada.
La Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales, que agrupa a más de tres mil Asociaciones, Federaciones y Confederaciones en todo el Estado, propone a todas las organizaciones de CEAV y a los colectivos sociales convocar a la ciudadanía a actos unitarios de protesta, que dejen constancia del rechazo que provoca la subida desmesurada del coste de la electricidad.