Mucha gente pensó que el candidato Trump quien durante la campaña electoral, se mostró racista, misógino, xenófobo alardeando de que iba a construir un muro mayor que el actual en la frontera con México y amenazando con deportar a miles de inmigrantes en situación irregular, iba a ser otro, se iba a moderar, al llegar a la Casa Blanca.
No ha sido así.
Sus primeras actuaciones han sido de discriminación a poblaciones enteras de determinados países y de religión musulmana, firmando un decreto de veto hacia ellos.
Pronto, los jueces bloquearon este veto migratorio y Trump, contrariado, les acusó de motivación política.
Un colectivo de abogados se instaló en Dulles, principal aeropuerto de Washington, para dar asistencia legal a las familias afectadas.
En México, la marcha “vibra México” salió a las calles contra la decisión de Trump de construir el muro, símbolo de la división y de que el mal está fuera.
Los latinos, también se movilizaron, organizando una huelga comercial con el lema “sin nosotros el país se paraliza” y numerosas manifestaciones han evidenciado la acción ciudadana contra las políticas de Trump.
Las primeras en reaccionar fueron las mujeres, con una gran concentración en Washington, seguida de las llevadas a cabo en todos los aeropuertos del país, de los científicos y de las tecnológicas, además de las protestas de los periodistas a los que ha insultado y humillado en las diferentes ruedas de prensa.
Ha habido una reacción internacional en París, Londres, Berlín entre otras ciudades ya que sus declaraciones y tweets afectan a principios y valores democráticos. Trump ha elogiado el brexit y quiere que otras países europeos sigan el ejemplo. Quiere romper la Unión Europea.
Todo ello lleva a una reflexión sobre la necesidad de mantener la vigilancia y no caer en el silencio ante todo este movimiento de segregación al que se incorporarán con facilidad los partidos de extrema derecha europeos, potenciándo una mentalidad proteccionista, racista, xenófoba, que no respeta los derechos humanos. Hoy día la ciudadanía necesita más colaboración, e integración y caminar hacia un gobierno colectivo de nuestro planeta.