La fuerza de la mujer se hizo visible en la tarde del 8, Día Internacional de las Mujer, las plazas y calles más céntricas y emblemáticas de Madrid como son Cibeles y la Gran Vía, se tiñeron de color violeta, color que llevaban las manifestantes de la gran movilización festiva y reivindicativa que tuvo lugar en la ciudad.
Miles de mujeres, en su mayoría jóvenes, junto a algunos hombres, y otras veteranas entre las que se encontraban vecinos y vecinas de la Prospe y de la Valle Inclán, portaban pancartas que hacían referencia a una amplia temática que abarcaba desde la denuncia de la igualdad en derechos básicos, hasta los asesinatos por violencia machista, que se han incrementado en los últimos meses.
Se podía leer: “ justicia”, “juntas y fuertes”, “Paro Internacional contra el patriarcado”, “no al maltrato salarial”, “ permiso de paternidad obligatorio”, “no al maltrato laboral”, “ no estamos todas, faltan las asesinadas”.
La brecha salarial, la necesidad de conciliación, el reparto de las tareas domésticas, la visibilidad de la mujer en todos los ámbitos estuvo presente durante la marcha.
Este año, este día tan señalado, ha tenido dos características notables.
La primera, la masiva presencia de jóvenes y la respuesta ciudadana a todas las convocatorias que han tenido lugar en las unas 50 ciudades españolas y muchos países a nivel internacional.
La segunda, la llamada a paros parciales, en todo el mundo, de la actividad laboral, actividad de cuidados, y consumo, que ha tenido una respuesta unánime y generaliza haciendo emerger a la escena pública, la visibilidad y fuerza de las mujeres en su lucha por alcanzar sus derechos a través de políticas de igualdad real.
En cada país, se ha hecho hincapié, en algún aspecto que afecta más directamente a su realidad.
Así, en Estados Unidos, se puso el acento en “la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres desde la educación a la pobreza, desde el empleo hasta la salud”. Muchas mujeres vestían de rojo como consigna contra los comentarios misóginos del presidente Trump.
En Polonia, salieron a la calle de luto, como protesta frente al gobierno ultraconservador que quiere imponer una ley restrictiva del aborto.
En América Latina, las concentraciones giraron en torno a la violencia de género. En países árabes, frente al patriarcado y la herencia religiosa. Así en todas las regiones del mundo se fue visibilizando la fuerza política del movimiento de mujeres para efectuar cambios en favor de la justicia.
Madrid fue un ejemplo