La fiesta del primero de mayo ha estado este año, 2018, teñida del color violeta.
En Madrid, la manifestación mayoritaria convocada or CC.OO. y UGT, ha transcurrido desde la Plaza de Neptuno hasta la Puerta del Sol, bajo el lema: Tiempo de Igualdad: mejor empleo; mayores salarios y pensiones dignas.
Había una gran concurrencia de ciudadano@s, entre los que destacaban multitud de banderas moradas y rojas, con los anagramas de los sindicatos, mensajes en carteles y pancartas referidos a reivindicaciones laborales y de igualdad entre hombres y mujeres; también a los conflictos de la actualidad, tanto locales como de otros países, que atraviesan situaciones de represión, como el Sahara y Palestina.
Así se podía leer: “por el cumplimiento del convenio, las mercancías de Madrid” ,“ unidos por un transporte digno”, “el empleo en Gaza es del 60% y la tasa de pobreza es del 70% por bloqueo inhumano israelí”. Esto precedido por una batucada de mujeres que formaban una marea lila “todo por ganar, jóvenes sin miedo y sin resignación”, “la Zarzuela es pública”, rodeada esta pancarta por trabajadores del Teatro de la Zarzuela que exigían que un bien público cultural no sea privatizado, diciendo “la cultura en la calle no se calla”, “recortar es matar”.
Durante el recorrido se coreaban eslogánes relativos a temas centrales referidos al empleo precario, igualdad de la mujer y a la repercusión que ha tenido el 8 de marzo en la sociedad, incidiendo en la emergencia de la mujer como sujeto prioritario y visible del cambio.
Al finalizar, ya en la Puerta del Sol, tuvieron lugar intervenciones de mujeres sindicalistas y de los secretarios generales de CCOO y UGT, que disertaron a favor de la libertad de expresión y fortalecimiento de la democracia y de la importancia de recuperar el papel de los sindicatos para favorecer la negociación colectiva de los convenios. También exigieron equidad y pensiones dignas sin las cuales, dijeron, no puede haber paz social.
En el escenario, donde dominaba el color violeta, había un cartel que rezaba: VIVAS, LIBRES, UNIDAS.
El broche que cerró el acto fue el canto de la Internacional.