El término “extinción” siempre ha tenido una connotación lejana en el tiempo. Cuando escuchamos hablar de especies extintas suele ser para referirse a los grandes dinosaurios que poblaron la tierra hace unos 66 millones de años. Pero, por muy prehistórico que pueda parecer, las especies se extinguen a una escala temporal mucho más cercana.
La Unión Intencional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que más de 42 000 especies están en peligro de extinción. Esto incluye a todos los organismos vivientes de la Tierra, sean animales, plantas, hongos o algas.
Cada vez que se ha presentado un escenario de extinción masiva, este ha trascendido a escala planetaria. Como resultado, se ha perdido una gran parte de la biodiversidad en ese proceso. Hasta el momento, se han presentado cinco grandes eventos. Todos ellos provocaron la casi desaparición de la vida en la Tierra.
Antecedentes prehistóricos
Si queremos hacernos una idea de la magnitud que una extinción masiva puede alcanzar hemos de repasar algunas de las que han tenido lugar.
No podemos decir que un evento fue menos grave que otro, ya que a nivel de especies todos fueron muy destructivos. Sin embargo, la extinción del Pérmico se considera la más devastadora de todas.
Se especula sobre la posibilidad de que un meteorito impactase contra la Tierra. Esto, sumado a la aparición de una pluma mantélica –que genera fenómenos de vulcanismo anómalo–, provocó la desaparición de más del 96 % de las especies.
Unos 110 millones de años antes de eso, otra pluma mantélica, en el Devónico, ocasionó la pérdida aproximada del 82 % de especies.
Pero la extinción más conocida por todos nosotros es una de las que más trabas pone a su explicación. La extinción de los dinosaurios, en el Cretácico, fue el último evento destructivo. Aun sigue el debate de si fue un meteorito, la intensa actividad volcánica o, incluso, la disminución del nivel del mar.
Ninguno de estos eventos sucedió de un día para otro. El proceso de extinción pudo durar miles o millones de años debido a las consecuencias tras los desencadenantes.
Principales causas de la extinción actual
Como hemos visto, las extinciones pasadas fueron producidas por impresionantes fuerzas de la naturaleza. Pero no es necesario recurrir a la destrucción por un meteorito para acabar con gran número de especies.
Muchos autores han indicado que la sexta gran extinción comenzó hace varios siglos y que se está desarrollando en el momento presente. Las pruebas que apoyan este fenómeno no son pocas: estos son algunos de los factores implicados.
1. Urbanización y destrucción de ecosistemas
El ser humano es un gran agente perturbador del medio. En muchas ocasiones no nos damos cuenta del gran impacto que tienen ciertas acciones.
La destrucción del hábitat de infinidad de especies ocurre continuamente, mientras se construyen carreteras, se erigen presas e incluso, se fomentan las energías verdes.
2. Especies invasoras
Quizá uno de los factores más desconocidos en la extinción de especies sea la presencia de especies invasoras. Muchas de ellas fueron introducidas por el ser humano en hábitats donde originalmente no estaban.
Los motivos han sido diversos (explotación deportiva, comercio, lucha biológica…), pero el desenlace casi siempre ha sido el mismo.
El cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) una amenaza que muchos pescan y consumen. Luc hoogenstein / Wikipedia, CC BY-SA
Estas especies se hacen fuertes, desplazando a otras autóctonas y provocando su desaparición. Esto sucede por transmisión de enfermedades, lucha por recursos e incluso destrucción del propio hábitat.
El alto éxito colonizador de estas especies invasoras se ve potenciado por la siguiente gran causa de extinción de especies: el cambio climático.
3. Cambio climático
Cada vez es más evidente el cambio de las condiciones terrestres a escala planetaria. Los mares se están calentando y acidificando, provocando la desaparición de los arrecifes de coral.
Las temperaturas medias cada vez son mayores generando alteraciones en el régimen de lluvias, causando sequías y torrentes por igual.
Muchas especies de plantas y animales con requerimientos concretos para su desarrollo están siendo desplazadas y desapareciendo. En muchos de estos casos, son sustituidas por especies invasoras que destruirán más hábitats.
En cualquier caso, los datos de la UICN no dejan lugar a dudas. Con decenas de miles de especies en peligro, con una estimación de extinción diaria de 150 especies y un ritmo de destrucción y cambio cada vez más acelerado, indudablemente estamos en mitad de la sexta extinción masiva.
Publicado en The Conversation
Profesor de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Universidad de Salamanca