Se ha celebrado, como ya viene siendo costumbre, una Fiesta en la Asociación Valle-Inclán al finalizar el año. En esta ocasión tuvo lugar el martes 19 de diciembre.
La presentación y conducción fue llevada a cabo por Seju Monzón, experto en arte comunicativo, que rápidamente se ganó al público entre comentarios, risas y sonrisas.
Intervino en primer lugar, dando la bienvenida Gloria Cavanna, en ausencia del Presidente Félix Arias que no pudo asistir por motivos de salud. Gloria, además de saludar a los nuevos socios, recordó a los que habían dejado la Aso por fallecimiento.
Señaló la apertura de la Asociación a todos los vecinos, haciendo hincapié en la acogida a los/ las que tengan Soledad no Deseada y contribuir entre todos para continuar haciendo un barrio con vida digna y justa. Dio unas pinceladas de la labor de la Asociación en este año en cultura y la reivindicación de los Servicios Públicos, con llamada final a compartir y ser felices.
Continuó después el Coro de la Aso, con su director Miguel Ramón al frente, que interpretó cuatro villancicos, alternando la tradición con la innovación que fueron muy aplaudidos.
No faltó una poesía por la PAZ en Palestina que recitó Lucía Fernández, “Solo tres letras” de Gloria Fuertes, seguida de Jesus González, guitarrista y cantautor, que nos felicitó la Navidad con una poesía de su creación “Marea de Creencias”.
Y llegó el turno a la obra de teatro: “Encrucijada Cultural”, con guion original de Maria José Cantalapiedra y Maribel Rodríguez Gorostiza, que bajo su dirección interpretó magistralmente la compañía teatral de la Aso, como se le llama familiarmente.
En los tres actos, salieron a escena la Ministra de Cultura, los asesores, trabajadores del Congreso de los Diputados, y varios representantes del mundo artístico, abordando el tema de la cultura en la actualidad atravesada por la ultraderecha y la mercantilización en la que se encuentra inmersa, con escenas salpicadas de humor e ironía.
La coreografía ayudó a dinamizar y alegrar la velada, que tuvo excelente acogida por el público que rebosaba la sala.
José Antonio Castro Uceda, tardío guitarrista dio la despedida con “Caminante no hay camino” de Serrat, que coreó la sala y disfrutando del habitual vino ilustrado se cerró la fiesta.