El día 2 de Marzo la Comisión 8M del movimiento feminista de Madrid,organizó una cadena humana de mujeres contra el genocidio que Israel está llevando a cabo sobre el pueblo palestino.
Debido a las inclemencias del tiempo, el granizo y el viento, nos vimos obligadas a reagruparnos. Nos concentramos ante la Comisión Europea (Paseo de la Castellana 46), exigiendo su pronunciamiento y el de todos los países que conforman la Unión Europea, que permanecen impasibles siendo testigos de la masacre en vivo y en directo.
Denunciamos el colonialismo que Israel lleva ejerciendo durante tantas décadas en el territorio palestino, el asesinato de mas de 30.000 personas (el 70% de ellas mujeres y niños) en 4 meses, los bombardeos indiscriminados sobre infraestructuras civiles, casas, escuelas, hospitales y campamentos de personas refugiadas, los cortes de suministros, el desplazamiento forzoso de personas, el encarcelamiento y la tortura, así como el impedimento de la ayuda humanitaria.
En estos momentos, la población está sufriendo epidemia de enfermedades infecciosas, no tienen fármacos ni recursos en los hospitales. No tienen calmantes y las cirugías las realizan sin anestésicos. Los cortes de suministro eléctrico impiden la actividad hospitalaria.
La vida de la población está en peligro no solo por los ataques sionistas y las enfermedades, también por la falta de agua y alimento.
Dirigen la destrucción especialmente hacia los centros sanitarios y sus trabajadores, para acabar con la esperanza de poder sobrevivir a estos crímenes de guerra.
Todo lleva a pensar que la ofensiva sionista no parará hasta aniquilar a toda la población y parece que a nadie le importe.
La indiferencia y el silencio nos hacen cómplices y no podemos seguir sin hacer nada, como si nada pasara. Es por ésto que decidimos agruparnos bajo el puente de Eduardo Dato y cortar el tráfico de la Castellana, una de las principales arterias de nuestra ciudad.
Solicitamos al gobierno que rompa relaciones políticas y comerciales con Israel, que exija que se respete el derecho internacional y humanitario y que ponga fin al comercio de armas,
Nuestro grito es en solidaridad con la ciudadanía y con las mujeres palestinas, para que sepan que estamos con ellas, deseando que acabe tanto sufrimiento y falta de humanidad.
Por Ana Encinas, mujer y médica.