El pasado 17 de enero la profesora Marisa Manchado nos dio a conocer a Ethel Smyth compositora y sufragista en la cuarta sesión del taller “Como escuchar la música” en la Asociación Vecinal Valle Inclán

Es bien sabido que a lo largo de la historia muchas mujeres han logrado avances en distintos campos de la cultura y del saber, pero debido al patriarcado y a la discriminación sexista muchas de ellas han sido silenciadas, ignoradas e invisibilizadas.

Un buen ejemplo de ello es Ethel Smyth. Nacida en Londres en 1858 y fallecida en Surrey en 1944. Su padre era un militar de alto rango y sabedor del talento musical de su hija la envió a estudiar orquestación y música a Leipzig. Allí se familiarizó con Wagner, Berliotz y Brahms.

En 1888 volvió a Inglaterra y en 1901 compuso su primera obra “Der Wald (El bosque). Se representó en Berlín y Londres y en 1902, se interpretó en la Opera Metropolitana de Nueva York, siendo Ethel Smyth la primera mujer en haber formado parte de la programación del prestigioso teatro estadounidense.

En la 1ª Guerra Mundial se fue de voluntaria al frente, en el Hospital de Vichy, cayó enferma de neumonía, fue repatriada y volvió con problemas de audición. En 1910 se unió a la Unión Social y política de Mujeres a favor del voto femenino, una organización militante sufragista a la que dedicó varios años de su vida, y para la que compuso “La marcha de las mujeres”, que se convirtió en el himno del movimiento sufragista. Fue encarcelada dos meses, por romper las ventanas de los políticos antisufragistas.

La profesora Manchado la encuadra en el movimiento musical post romántico. Sus trabajos incluyen sinfonías, musical coral, de sala y operas. Entre éstas destacan “The Wreckers”,”la Fete Galante”, “Entente Cordiale” que tuvieron mucho éxito.

Se declaró lesbiana y en 1924 estrena una Misa compuesta por amor a una ferviente católica de la que Ethel Smyth se enamoró. Tampoco pudo escapar del encanto de Virginia Wolf, ésta al principio la trató con condescendencia para convertirse en una amistad que perduró muchos años.

En 1922 fue condecorada con la Orden del Imperio Británico.

Escuchamos con la Profesora Manchado, la Marcha de las Mujeres, la Misa de la que comenta que es más una sinfonía que una Misa propiamente dicha, y “The Wreckers”. Se deslizan por la Asociación la música de Smyth llena de sensibilidad, lirismo y épica.

Con los años la pérdida de audición de Ethel Smyth gana terreno hasta que deja de componer para dedicarse a escribir libros sobre música.

El taller “Como escuchar la música”, no termina y la quinta sesión estará dedicada a Schumman “El amor pasa factura”, tendrá lugar el 20 de febrero.

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