Cuando Gregorio Samsa, llegó era noche cerrada. No pudo entrar en su casa porque su hermana atrancaba la cancela pasadas las once de la noche, y bien sabía que con la transformación que había experimentado, llegaba tarde a todos los sitios.
Me sitúo en el año 85 (Madrid, España) y pertenecía yo entonces al grupo “Cultura Abierta”, de carácter no estrictamente político sino más bien sociocultural, y de procedencia cristiana, aunque a la altura de mi ingreso en él tenía un perfil plenamente secularizado y laico, con algunos matices.
Deseo que este texto nos traiga el aroma cálido de las flores, de esas flores cuyo nombre a veces no conozco pero sí su fragancia y colorido, y que me acompañan -y yo contemplo- en mis paseos por el parque cercano a casa. Conozco su perfil y su figura, su …