La pregunta es desconcertante porque la crisis nos ha aportado más paro, más pobreza, desahucios, más suicidios, el desmantelamiento de las prestaciones sociales. La lista es interminable y la tenemos muy presente. Ha generado un clima de angustia colectiva que es imposible evadir. Pero creemos que se están produciendo cambios sociológicos muy importantes, algunos positivos que quisieramos señalar.
editorial
Ya nos vamos acostumbrando a ver mendigos por las calles y a los que se refugian en los soportales o donde pueden entre cartones para pasar las noches de invierno.
El 23 de noviembre, se ha celebrado el Día Sin Compras, una jornada internacional a la que Ecologistas en Acción se une con propuestas de consumo responsable y sostenible. Los Ingenios de Producción Colectiva (IPC) recopilan muchas de esas alternativas frente a un modelo de producción y consumo que agota los recursos y aumenta las desigualdades.
El Gobierno y algunos comentaristas afirman que el coste de la sanidad pública es insostenible y que es preciso hacer profundas reformas y privatizar el servicio para disminuir los costes y evitar que se colapse el servicio. Se dice que es la única solución para garantizar la prestación en el futuro.
Estamos soportando una crisis económica, social, democrática, ecológica, de agotamiento de recursos energéticos y, además, una profunda crisis de valores éticos.
Ha hecho falta la expulsión de cientos de miles de familias de sus hogares, desde que empezó la crisis, para que el Gobierno decrete una moratoria de dos años en los desahucios. La medida es el resultado exclusivo de la gravedad de la situación y de la lucha ejemplar de muchas personas, afectadas e indignadas por lo que está sucediendo, con la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) a la cabeza, que demuestran que la lucha merece la pena aunque se esté lejos de haber solucionado el problema.