Ya estamos en pleno verano con un calor agobiante que a todos no deja decaídos. Empiezan las vacaciones. Muchos pasarán unos días en su pueblo y allí recuperarán a sus viejos amigos, otros irán a albergues o a campings, en el campo o en la playa. También muchos se quedarán en Madrid, un Madrid con menos tráfico, más tranquilo.
editorial
El progreso de la humanidad siempre ha sido lento, muy lento, difícil, con grandes retrocesos para después volver a avanzar. A veces nos da la impresión de que no hay avances, de que nuestro empeño de conseguir una sociedad más justa es baldío, de que no se podrá lograr nunca. Nos desalentamos.
La ciencia ha hecho avances espectaculares en el último siglo y el ritmo de progreso no se detiene. Sabemos que el universo se formó en la explosión del big bang hace unos 13.800 millones de años, se está investigando la formación de los primeros átomos en aquellos momentos y se pretende captar e investigar las radiaciones emitidas poco después de la gran explosión.
Ya hace años que denunciamos aquí las negociaciones secretas entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) para elaborar un acuerdo sobre las relaciones comerciales y financieras, el Tratado TTIP, que todavía está en elaboración pero en una fase avanzada.
La fiesta del 1º de Mayo conmemora las luchas de los obreros de Chicago en el año 1886 para lograr una jornada laboral de 8 horas. Las manifestaciones fueron duramente reprimidas, hubo muertos, numerosos heridos y tres líderes sindicales condenados a la horca en un juicio sin ninguna garantía procesal.
Creo que una de las características de la sociedad actual es la confusión generada entre muchas declaraciones, los hechos, y la forma de actuar.