Es posible que la ‘Ley Chamartín’ muestre que, a pesar del griterío con el cual los dos actores del bipartidismo intentan hacer creer que son muy distintos, cuando se trata de abordar ‘asuntos de Estado’ apenas necesitan un chasquido de dedos de Pepiño Blanco para ponerse de acuerdo. Leer más…
Diario Red