La obra que desde hace años necesitaban los escenarios madrileños.
Emilio Meseguer
Y nuevamente el tren de los sueños sigue su marcha, apenas decelera cuando pasa por el apeadero donde esperan los indignados, los desahuciados no se detiene ya que el tropel de gente que hay en el andén es demasiado importante, además pide justa reparación.
La vieja locomotora está en el andén 111.
El tren de los sueños, del onirismo terrorífico que invade las noches de muchos ciudadanos llega a una estación que está muy bien iluminada, siguen bajando, como siempre: la pena, el paro, las hipotecas, el susto, la desconfianza y los interrogantes con olor a miedo social.
El viejo tren de la sueños llega hasta un apeadero, suben los hombres de negro con enormes maletines llenos de esperanza marchita, de promesas imposibles de cumplir,...
El día mundial del Jazz se celebra el 30 de abril desde hace 5 años. UNESCO tiene la culpa.