Vivimos un tiempo de tensión y desasosiego, también de cansancio e impotencia. No es preciso insistir en las carencias y errores de los actores políticos, simplemente porque no queremos desanimarnos más de lo que ya estamos.
Santiago S. Torrado
Dedico este artículo, por supuesto, a todos mis amigos y amigas, que son muchos y buenos. Se me ocurrió escribirlo al colgar el teléfono tras una larga e íntima conversación con un amigo de toda la vida, de mi entorno más cercano y entrañable. Con la ayuda de la armonía templada de la tarde, pensé y sentí una vez más en ese momento que la amistad es una de las cosas buenas de la vida, quizá de las mejores. Al hablar sobre ella cabe el riesgo de caer en el …
Deseo que este texto nos traiga el aroma cálido de las flores, de esas flores cuyo nombre a veces no conozco pero sí su fragancia y colorido, y que me acompañan -y yo contemplo- en mis paseos por el parque cercano a casa. Conozco su perfil y su figura, su …
Me sitúo en el año 85 (Madrid, España) y pertenecía yo entonces al grupo “Cultura Abierta”, de carácter no estrictamente político sino más bien sociocultural, y de procedencia cristiana, aunque a la altura de mi ingreso en él tenía un perfil plenamente secularizado y laico, con algunos matices.
En los actuales tiempos sociales y políticos que vivimos se nos hace a menudo llamadas a la cordura y al distanciamiento sereno, al sosiego en la reflexión y en la palabra.
Pretendo en este artículo no derivar hacia un pesimismo derrotista sino reflexionar de modo sencillo y positivo sobre el miedo como sentimiento personal y colectivo y como actitud generalizada que va ganando territorio en nuestra sociedad.